Los dos últimos maratones majors, el de Boston, que se corrió hace una semana, y el de Londres, el pasado domingo, han tenido finales por demás emocionantes, y hasta épicos, sobre todo en sus ediciones femeniles.
Si bien los hombres siguen siendo noticia en esas carreras, por la dolorosa derrota de Eliud Kipchoge en la capital de Massachusetts, o el nuevo récord logrado en Londres por el joven keniata Kelvin Kiptum, que ganó con 2 horas con 1 minuto y 25 segundos —apenas 16 segundos por arriba de la plusmarca mundial de su paisano, el mencionado Kipchoge—, las notas más emocionantes e intensas, con finales cardíacos o recuperaciones de película, los han dado sin duda las mujeres.
A la final de Boston, donde cinco mujeres se pelearon centímetro a centímetro el primer lugar, en un duelo de fuerza femenina que duró más de 15 kilómetros, para tener al final un cierre digno de Hollywood donde la keniata Hellen Obiri terminó con un tiempo de 2h:21m:38s,12 segundos por delante de Amane Beriso, de Etiopía, se suma la increíble hazaña lograda el domingo en Londres por la joven neerlandesa, de origen etiope, Sifan Hassan, quien ganó a pesar de que era su primer Maratón, y de que sufrió un dolor de cadera que la obligó a detenerse dos veces en el kilómetro 20, y luego estuvo a punto de ser atropellada por una motocicleta al recoger su bebida. Con todo y eso, se recuperó, volvió a alcanzar a las punteras y terminó ganando con una gran marca de 2h:18m.33s.
Es como si ahora las mujeres están demostrando que, además de la fuerza y el tesón, que las llevó a romper estereotipos y estigmas de género para poder ser aceptadas e incluidas en el mundo de los maratones y el atletismo, las corredoras también reclamen que no todas las noticias y la admiración del público y los especialistas deben ser para los hombres, porque, al final, como en muchos aspectos de la vida, las mujeres aportan la emotividad, el coraje y la fuerza de voluntad que mueve al mundo.
Y es que ambos maratones, Boston y Londres, en su rama femenil, han sido calificados por sus organizadores como “los de más alto nivel competitivo de la historia” y aunque no hubo récords mundiales, la preparación y el profesionalismo se vieron reflejados en un gran espectáculo en cada kilómetro de ambas carreras.
Así que nombres como el de Sifan Hassan, Hellen Obiri, Peres Jepchirchir, Amane Beriso, la keniana Brigid Kosgei, y Yalemzerf Yehualaw, de Etiopía, y otras más que también pueden dar sorpresas, seguramente pasen a la historia como las grandes atletas con voluntad de acero. Además cuentan con el talento suficiente para que, de entre ellas, surja muy pronto un nuevo récord mundial. Mientras tanto, sigamos disfrutando de los maratones en su rama femenil, pues son derroche de fuerza, mentalidad, talento y emoción.
POR ROSSANA AYALA
AYALA.ROSS@GMAIL.COM
@AYALAROSS1
LSN