Desde su llegada, en junio de 2019, al Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez se ha caracterizado por esconderse en medio de los problemas o crisis migratorias que cada vez son más frecuentes en el país.
Es el titular del INM más criticado desde el año 2000 por organizaciones de los derechos humanos, por la falta de atención y protección a los migrantes y por el uso de la fuerza para contener las crisis migratorias, pero siempre lo han protegido desde los ámbitos del Poder Legislativo y Ejecutivo.
Anoche cumplió 48 horas sin dar la cara, a pesar de que a través de videos vimos los graves riesgos en que operan las estaciones migratorias tras la muerte de 39 indocumentados, en Ciudad Juárez, a los que no les abrieron las puertas para que pudieran escapar de las llamas, a pesar de la presencia de guardias migratorios.
No es la única vez. Al menos lo ha hecho en otras cuatro ocasiones, como en 2019, cuando migrantes centroamericanos fueron golpeados al llegar a la frontera sur huyendo de la pobreza y violencia de sus países, o como cuando, en el mismo año, africanos indocumentados quisieron entrar al albergue 72, en Tabasco, en busca de comida y agua encontrando golpes en vez de alimentos. Otro caso que le dio la vuelta al continente fue un operativo en 2020 que el propio Garduño encabezó en la estación de Tapachula, donde cientos de africanos y haitianos estaban detenidos y en condiciones precarias y tampoco.
En enero de 2020, Garduño encabezó un operativo en la estación migratoria de Tapachula, donde cientos de migrantes africanos y haitianos estaban detenidos en condiciones precarias. El operativo fue criticado por organizaciones defensoras de los derechos humanos por ser violento e inhumano. En 2021 también hubo dos caravanas migrantes más en las que la Guardia Nacional golpeó a indocumentados.
Defienden al funcionario porque el problema viene desde arriba. Tienen razón la exembajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, y Jared Kushner, yerno del expresidente estadunidense Donald Trump, al asegurar que el gobierno de López Obrador se dobló al aceptar, a través de Marcelo Ebrard, frenar la migración a cambio de no gravar con 5% de impuestos las importaciones mexicanas, y por eso nuestro gobierno desplegó 25 mil elementos de la Guardia Nacional. Sólo que no quieren aceptarlo y por eso seguirán defendiendo a Garduño, pues el problema es más grave de lo que se aprecia.
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Uppercut: Guatemala emitió un comunicado a través del ministerio de Exteriores. No acepta la información de México sobre los fallecidos (supuestamente 20 casos). En medios de información no confirmada sobre supuestos desaparecidos en la estación migratoria de Ciudad Juárez, donde ocurrió el incendió la noche del lunes, Guatemala señala que no se han entregado pruebas contundentes para aceptarlo como un hecho.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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MAAZ