La depresión y el pasado son dos conceptos en constante unión. Para muchas personas el estado depresivo suele aparecer por experiencias previas, aunque no es el caso para todo, que provocan esa horrible afección. ¿Puede acaso salir de la individualidad y entrar en una sociedad, de tal manera que se pueda hablar de un estado de depresión colectivo? El filósofo alemán Friedrich Hegel, en su obra Lecciones sobre la Filosofía de la Historia, concibe a la historia al igual que a un matadero, donde se sacrifica la felicidad de los pueblos, la sabiduría de los Estados y la virtud del individuo.
¿Está el origen la depresión de toda una sociedad escondida en su propio pasado? Tal vez eso explicaría por qué los gobiernos se concentran tanto en promover las famosas historias oficiales a partir de narraciones épicas que parecerían establecer el presente actual como la mejor opción posible de la historia de cada país. México resulta ser un claro ejemplo de estos procesos.
La depresión puede no afectar a un solo individuo, también es capaz de alcanzar a toda una población. No se manifiesta a través de cada persona, pero sí en una especie de perspectivas y panoramas que dominan a los sectores de una sociedad. Entonces, de ser así, se tendría que tratar al colectivo como un paciente, la dificultad está en encontrar al psiquiatra que pueda medicarlo.
Estaría descabellado pensar que la culpa la tiene la historia, como si se tratara de un ente capacitado con la suficiente conciencia para querer fregar al país, de eso ya se encargan otras instancias. El México del presente no es el mismo que el del pasado, pero sí su producto en constante cambio. La depresión suele estar asociada con un acontecimiento que la disparó, un trauma, a este fenómeno se le conoce con el nombre de la hipótesis de la cicatriz.
¿Dónde se encuentra la cicatriz en la historia del país?, ¿se puede hallar? Por otro lado, en ocasiones el estado depresivo aparece desde un proceso que va conformando ese sentir. Quizás el detonador, trauma, herida, cicatriz o proceso (no necesariamente implica una corta duración) se halla en la falta de identidad de la nación que comenzó en cuanto obtuvo su independencia, sin embargo, de ser así, entonces habría que cuestionarse sobre su permanencia.
La depresión tiene varias causas, una de ellas, de suma relevancia, radica en la relación entre pasado y presente. Cuando son traspasados los límites de la individualidad, la sociedad se convierte en un paciente, un desafío que requiere de un enfoque integral y una comprensión profunda del problema. Son muchas preguntas, necesarias de hacérselas al momento de ver a una población dividida, aislada y culpando siempre a otros por sus problemas.
POR IGNACIO ANAYA
COLABORADOR
@IgnacioMinj
MAAZ
