COLUMNA INVITADA

Las libertades en tiempos de la 4T

La mayoría de los líderes convocantes a la marcha han sido defensores de los fraudes electorales, han formado parte de la corrupción en México, han pertenecido al narco estado

OPINIÓN

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César Cravioto / Colaborador / Opinión del Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Aquellos que así lo desearon pudieron marchar el 26 de febrero en libertad, en democracia, expresarse, no como en otros tiempos en que el cuerpo represivo censuraba, amedrentaba, reprimía, golpeaba, silenciaba, criminalizaba, desaparecía, y prevalecía la desaparición forzada temporal como forma de represión.

Derechos violados detenciones arbitrarias, abuso sexual y violación, tortura, retención ilegal, allanamiento de morada, incomunicación, trato cruel e inhumano eran las constantes. 

La mayoría de los líderes convocantes a la marcha han sido defensores de los fraudes electorales, han formado parte de la corrupción en México, han pertenecido al narco estado. 

Varios de los personajes que encabezaron esta marcha fueron parte de sexenios, el de Fox y el de Calderón de la represión de los pobladores de San Salvador Atenco, que el 4 de mayo de 200 se oponían al desalojo de un grupo de floricultores para construir un Wal Mart. El saldo fue de dos muertos, y más de 200 personas detenidas sin órdenes de aprensión. 

De la matanza de Tlatlaya, Estado de México, donde entre 12 y 22 civiles fueron asesinados por militares de San Pedro Limón tras un enfrentamiento. 

Del caso de Aquila; el 19 de julio de 2015 cuando elementos del Ejército Mexicano reprimieron bloqueos en varios puntos de una carretera en Santa María Ostula, Michoacán lo que dejó como saldo a un niño asesinado y diez personas heridas. 

Del operativo de represión en la comunidad de Asunción Nochixtlán, Oaxaca donde policías federales desalojaron a profesores y padres de familia que protestaban ante las reformas educativas implementadas. El operativo dejó al menos 108 heridos y seis muertos.

De la represión en San Salvador Atenco, en octubre de 2021 cuando el entonces presidente Vicente Fox anunció la construcción de un nuevo aeropuerto en la Ciudad de México en terrenos agrícolas en la zona de Texcoco con la detención de 11 mujeres que de acuerdo a su testimonio “fueron objeto de presuntas agresiones sexuales”.(CNDH, México Represión en San Salvador Atenco).

“Entre los días 3 y 4 de mayo de 2006, más de 3.500 efectivos de la policía atacaron a los pobladores, dejando un saldo de dos jóvenes asesinados y 207 detenciones.(…) El caso Atenco es un caso paradigmático de terrorismo de Estado, de criminalización de la lucha social y del triunfo de un pueblo en resistencia”.(Humberto Robles, Atenco un caso de terrorismo de Estado, www.atencolibertadyjusticia.com). 

Del caso Ayotzinapa, con 43 normalistas desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero; actores contra el magisterio, contra el plantón de Reforma, de la guerra sucia, la represión, de toda la fuerza del Estado contra los Zapatistas. Se concentraron en el Zócalo muchos de esos cómplices de García Luna, de esos cómplices del cártel de Sinaloa que hoy quieren dar marcha atrás al gobierno de la Cuarta Transformación. 

Fueron formas de violencia ilegítima ejercidas por los gobiernos, “un ejemplo de represión que solo pretendía atemorizar y desmovilizar a los estudiantes, pensando que la impunidad cubriría lo ocurrido”(Carlos Peralta, Centro de Investigación y Formación Social, ITESO).

Del asesinato de la defensora de derechos humanos Digna Ochoa, ocurrido el 19 de octubre de 2002, que “dejó videograbaciones en las que acusa al Ejército de cualquier cosa que pudiera pasarle a ella o a su familia”.

De la represión y ataques contra periodistas en el sexenio de Fox, y Calderón, donde el Informe: Libertad y Prensa en México, la sombra de la impunidad y la violencia  sostiene que “el gobierno de Felipe Calderón se ha caracterizado porque existe mayor represión, ataques, amenazas y asesinatos a periodistas, incluso más que en el gobierno de Fox”. 

Del caso de la Guerra contra cárteles del narcotráfico, que causó la muerte de aproximadamente 50 mil personas según datos oficiales, y miles abandonaron sus comunidades para huir de la violencia. 

Del caso del Casino Royale, el 25 de agosto de 2011 en Monterrey, donde 52 personas murieron asfixiadas o quemadas por las llamas.  

El caso del incendio en la Guardería ABC; el 5 de junio de 2009, la peor tragedia infantil en la historia de México, donde el humo y el fuego terminó con la vida de 49 niños, 40 se quemaron gravemente y a otros 53 les causaron lesiones irreversibles. “Varios funcionarios del gobierno federal fueron involucrados, e incluso en las investigaciones se relaciona a una familiar lejana de la esposa de Felipe Calderón, Margarita Zavala. (BBC News Mundo, 29 noviembre 2012).

Del caso de los torsos humanos encontrados en Cadereyta que, según Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, “fue una estrategia de miedo, un mensaje de intimidación en la que para sobrevivir los cárteles rompieron sus antiguos códigos de respeto”. 

Del secuestro y desaparición, durante el gobierno de Calderón, entre el 16 y 17 de mayo de 2017 de 38 trabajadores petroleros de Cadereyta, Nuevo León, incluido al dirigente sindical Hilario vega, quienes venían luchando por un aumento salarial, se oponían a la privatización de Pemex, y disentían del cacicazgo del dirigente nacional Carlos Romero Deschamps. Nunca más se supo nada de ellos”. (Contralínea, CNDH, recupera memoria de 8 graves violaciones a derechos humanos con Fox, Calderón y Peña).

La bandera de quienes marcharon el 26 es la defensa de la democracia, cuando en realidad se manifestaron para que no haya sanción a quien viola la ley y la norma, a quienes en sexenios pasados saquearon los bienes de la nación, promovieron la violencia de la narcopolítica, no abatieron la corrupción ni reactivaron la economía y el desarrollo.  

Corruptos que arreglaron las leyes para blindar su impunidad; que dejaron las finanzas públicas en crisis, que buscaron justificar la corrupción y el lucro de unos pocos a costa del sufrimiento de la mayoría de la población sin importancia alguna del interés público; una pequeña minoría que ha lucrado con el influyentismo. 

Los convocantes a la marcha fueron defensores del régimen anterior. Entre los convocantes más reconocidos figuran: Jorge Castañeda, Marco Adame, Gustavo de Hoyos, María Aparo Casar, Ana Lucía Medina, Claudio X. González, Fernando Belaunzarán, Héctor Aguilar Camín, Marco Cortés, Salomón Chertorivsky, Silvano Aureoles, Francisco Labastida, Santiago Taboada, Claudia Ruiz Massieu, Rafael Loret de Mola, Rosario Robles. 

La oposición ha dicho mentira tras mentira a lo largo de nueve meses: que la democracia terminará, que las elecciones están en riesgo, no han informado ni explicado bien. 

Ojalá que, así como “llenaron” el Zócalo, llenen las urnas, porque en la última elección del (20 de febrero) en Tamaulipas, obtuvieron sólo el 22% de los votos para el Senado de la República, y Morena obtuvo más del 70% de los votos, porque la gente ya nos cree en sus mentiras. Tal vez medio llenaron el Zócalo, pero las urnas no volverán a llenar porque el pueblo de México no les cree ni media palabra. 

Como dijo el Presidente, es falso que se quiera afectar al INE con la Ley Electoral como señalan quienes convocaron a la marcha “que en realidad es para la defensa de los privilegios, y para tener un pretexto para enfrentarse”.

La libertad de manifestación fue respetada, están en su derecho; la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo informó que previo a la marcha del domingo 26 hubo reuniones de trabajo con algunos representantes de la manifestación.

Hay gente que de buena fe dijo estar convencida de que marcharía por la democracia de nuestro país, lo cual se vale … pero hay que preguntarnos con quién marcharon, con qué impresentables. 

Hay que ver quienes convocaron a la marcha; por ejemplo, Roberto Madrazo, hoy flamante empresario de los medios de comunicación y gran demócrata de allá de Tabasco, ex presidente del PRI, corruptísimo y totalmente antidemocrático, hizo trampa hasta en un maratón, y esos son los que hablan de democracia. 

O el propio Santiago Creel, que se hace “ el tío Lolo” de que no sabía nada de García Luna, o Margarita Zavala, diputada federal, ¿a poco no se enteraba de lo que pasaba en el gabinete de Felipe Calderón?, o sea puros impresentables los que convocaron a esta manifestación. 

Un mexicano con un poco de memoria no habría avanzado por las calles junto a estos personajes.Marcharon junto a Enrique de la Madrid; hijo de Miguel de la Madrid ex presidente de México cuando fue el fraude de 1988; lo hicieron junto a Vicente Fox, Margarita Zavala, con dirigentes magisteriales como Alba Esther Gordillo, con dirigentes del PRI como Roberto Madrazo, Alito… al que le han encontrado Lamborghinis y demás.

Caminaron junto a un Santiago Creel que habla de la Constitución, pero que cuando fue secretario de Gobernación en épocas de Fox, violaron la Constitución y todas las normas al pretender cuando enjuiciar a la mala al entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador y sacarlo de la contienda presidencial. 

Avanzaron al lado de Osorio Chong el ex secretario de Gobernación en el sexenio de Peña Nieto, y responsable de la policía federal involucrada en Ayotzinapa, y que mostró su respaldo a quien fuera el artífice de la llamada “verdad histórica” en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa. El mismo Osorio Chong de Nochixtlán, durante un desalojo que derivó en enfrentamientos entre agentes de la Policía federal, estatales y de la gendarmería y pobladores, lo que dejó personas muertas y un centenar de heridos. 

Quisieron marchar junto a Vicente Fox, el mismo de la represión que se registró en Atenco en mayo de 2006 donde se detuvo y encarceló ilegalmente a más de 200 campesinos, y se cometieron agresiones sexuales contra las mujeres. Fox, quien llegó al poder para hacer un cambio y terminó traicionando a la democracia al ser promotor del fraude de 2006. 

Marcharon junto a Mancera, con quien nació el cartel inmobiliario que opera en la alcaldía Benito Juárez, con Álvarez Icaza que llegó al senado con los votos del equipo de García Luna y su pandilla; avanzaron junto a Xóchitl Gálvez, Enrique Krauze, Sandra Cuevas, Lía Limón, Silvano Aureoles. 

Junto a Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE detenida por lavado de dinero a su arribo al aeropuerto internacional de Toluca. 

Junto a quienes reprimieron el plantón que hizo Andrés Manuel López Obrador en Reforma como protesta por el fraude electoral en 2006; avanzaron por Avenida Reforma, junto a José Woldemberg, ex presidente consejero del Instituto Federal Electoral, que en ese entonces le envió una carta a AMLO firmada por él y varios intelectuales en la que se desechó la idea del fraude electoral. 

Caminaron también con José Narro, adversario a la 4T, y un ala del bloque conservador que acuñó el término “nini” contra los jóvenes mexicanos. 

Muchos de los que marcharon no tocaron durante años y años a los delincuentes de este país, no tocaron a García Luna, a Calderón, a Fox… “la marcha del INE defendió la corrupción, los privilegios, el narcoestado” como ha dicho el Presidente que mientras otros pretenden dar marcha atrás él recupera terreno y alcanza 69% de aprobación al cierre de febrero de 2023, cinco puntos respecto a noviembre pasado.

Quienes se congregaron en la Plaza de la Constitución deben saber que el INE sí se toca, así como a todas las instituciones que deben tener ajustes para que ya no haya derroche de recursos. Todas las instituciones de este país se tocan para lograr el mandato popular del 2018: transformar al país. 

POR CÉSAR CRAVIOTO ROMERO
SENADOR DE LA REPÚBLICA POR LA CIUDAD DE MÉXICO
@CRAVIOTOCESAR

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