El desastre político que ha significado la gobernatura de Cuauhtémoc Blanco se agudiza. Incapaz de construir su jefatura política en la primera parte del sexenio, ya en la segunda desborda el descuido en la solución de salida, el relevo, la sucesión. Claro está que no es el único caso desatroso ni con salida conflictiva para la llamada “Cuarta Transformación”. Ahí está Puebla, el segundo caso vergonzoso de sucesión estatal que merece abordaje aparte.
Respecto a la arena política en Morelos lo menos que puede decirse es que está que arde. Hace unos días, la exdirectora de la Lotería Nacional y supuesta favorita de la medición morenista, Margarita González Saravia, hacía un diagnóstico demoledor sobre la gestión de Cuauhtémoc Blanco.
Entre lo dicho por la aspirante a gobernadora, destacaba la conflictivdad y falta de trabajo político entre los sectores sociales, económicos y políticos con el gobierno; un problema de diálogo entre los poderes y con los otros órdenes de gobierno, seañaladamente, con los municipios.
Sin embargo, la mala nota del gobernador futbolista se agrava por una exclusión. La noticia de que la senadora Lucy Meza fue omitida de la lista del Comité Ejecutivo Estatal de Morena desató rumores de una posible ruptura al interior del partido guinda. Se dice que la senadora podría ver en esta exclusión una invitación a buscar horizontes en otros espacios políticos en un esquema aun peor que el sucedido en Coahuila en junio pasado.
La posibilidad de que Meza se sume a Va por México —coalición conformada por el PAN, PRI y PRD— agrega un escalón a la ya de por sí tensa contienda por la gubernatura morelense. Por otro lado, quien sí ha conseguido un espacio en las preferencias morenistas es Rabindranath Salazar Solorio, ex Coordinador General de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, quien apenas se supo que apareció en la lista, de inmediato contó con el respaldo significativo de actores claves como el Nuevo Grupo Sindical (NGS), representantes del sector transportes, comercio, salud y construcción morelense.
La cuestión radica una vez más en el método de encuesta. Este viernes, al darse a conocer quiénes pasarían a una ronda final, las encuestas reflejaron mayor posicionamiento para Margarita González Saravia, seguida de Tania Valentina Rodríguez y luego, por Juanita Guerra. Además, en el caso de los hombres, destaca en primer sitio Juan Salgado, seguido del mencionado Rabindranath y de Augusto Alonso.
Adenda
A la luz de toda convicción democrática el pluralismo es ejercicio necesario y la libertad de expresión, un principio, es decir, un comienzo, un inicio, un punto de partida. Así que el poder, cuando no tiene compromiso democrático ni tolerancia a quienes piensan distinto, es autoritario. El autoritarismo se expresa, entre otras formas, a través de la palabra que desautoriza, mancilla, daña la imagen de quien no se alínea.
Así, en resumidas cuentas, debe admitirse como un desplante autoritario la descalificación a los colegas Carmen Aristegui y Julio Hernández López proferida por el presidente López Obrador el pasado jueves. En el caso de Julio, es preciso decir que su crítica a la proximidad presidencial con las Fuerzas Armadas, la apología sobre conductas opacas y la notable desazón que le causa al mandatario que se les mencione, concentra lo que piensa un amplio sector de las izquierdas y de la sociedad toda.
Desde este espacio, expreso mi solidaridad con Julio y con Carmen, así como mi repudio a todo resabio autoritario que lamentablemente se ha vuelto cotidiano en el sexenio que agoniza.
POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
COLABORADOR HERALDO RADIO
@ARTURO_RDGZ
MAAZ
