Pasaron mil 176 días para que se realizara la segunda captura de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín, El Chapo Guzmán.
Tras su primera detención, las autoridades tuvieron que soltarlo para frenar la escalada de violencia que se desató en la entidad luego de su captura. Como lo señaló el general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena, esta detención representa un golpe contundente a la cúpula del poder del Cártel del Pacífico. No hubiera sido posible sin el trabajo de coordinación institucional entre el Ejército Mexicano, de la Guardia Nacional (GN) y de las autoridades de Sinaloa, que trabajaron en conjunto para la detención del objetivo prioritario.
Contrario a lo que algunos señalan, la detención no representa un cambio de estrategia, a pesar de que pudiera pensarse, por las detenciones que se realizaron durante 2022 de 542 objetivos prioritarios que eran identificados como generadores de violencia, así como del operativo para recapturar a los reos que se fugaron de un penal en Ciudad Juárez, y a Ernesto Alberto Piñón, El Neto, líder de la organización criminal de Los Mexicles, quien falleció tras un enfrentamiento con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y policías del estado de Chihuahua.
La estrategia sigue siendo la construcción de la paz, a través de la atención de las causas que generan la violencia, la erradicación de la corrupción y el combate a la impunidad. Lo anterior fue confirmado por la titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, quien señaló tras la detención de Ovidio, que “no venimos a ganar una guerra, venimos a construir la paz”.
Se ha señalado que la detención fue un regalo para Joe Biden, a propósito de la visita que realiza el mandatario norteamericano esta semana para la Cumbre de Líderes de América del Norte. El señalamiento es falso, ya que el general Luis Cresencio Sandoval informó que este operativo se realizó tras un seguimiento y vigilancia de seis meses.
La detención también desmiente las supuestas versiones sobre un posible entendimiento entre la organización delictiva y el gobierno federal. Es más probable que esta presunta relación se haya dado en sexenios anteriores, lo que se podrá comprobar próximamente durante el juicio de Genaro García Luna.
Habrá que estar atentos no sólo a la información que se revele durante el juicio. La captura de Ovidio no solamente es un triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador y las Fuerzas Armadas, también representa un triunfo para Rosa Icela Rodríguez, Adán Augusto López, el general Luis Rodríguez Bucio y para los integrantes del Gabinete de Seguridad Federal.
POR ARTURO ÁVILA ANAYA
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