MISIÓN ESPECIAL

Ética y verdad en política exterior

La credibilidad y honorabilidad en política exterior requieren no ocultar o manipular información. Al final la verdad se impone

OPINIÓN

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Martha Bárcena Coqui / Misión Especial / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Como diplomática hablé con honestidad y veracidad, a pesar de que me ocasionó fricciones con los superiores, descalificaciones de quienes querían verme fracasar en mi encomienda, enojo en las contrapartes.

Con ética, ganas el respeto de tus interlocutores, comprensión de los intereses y posiciones de México y la certeza de poder informar a tus superiores y al pueblo de México y sus representantes los límites y resultados de la gestión encomendada. Evitas que te exhiban o desmientan, porque ello afecta la dignidad de México.

La honestidad, la defensa de los intereses con base en la historia de México, el conocimiento del derecho, de las técnicas y el tema de la negociación y la comprensión de los objetivos y límites de la contraparte, son fundamentales. La ambición personal es un obstáculo.

Toda negociación de un acuerdo o tratado es confidencial, a fin de mantener la flexibilidad necesaria a los países para allegarse información, acercar posiciones y alcanzar acuerdos. Una vez concluido, el acuerdo debe ser transparente, porque ello asegura su cumplimiento. El ocultamiento y la manipulación de la información con fines de “politiquería” se revela más temprano que tarde.

Es el caso de la negociación del acuerdo sobre Quédate en México, entre los secretarios Marcelo Ebrard y Mike Pompeo, sellado aún antes de la toma de posesión del presidente López Obrador.

Se nos presentó a muchos funcionarios y a la opinión pública mexicana como una decisión unilateral de Estados Unidos. Nos opusimos diversos servidores públicos y varias ONG en ambos países, por considerarla contraria al principio de política exterior de protección de los derechos humanos y a los esfuerzos del gobierno entrante para contar con una política migratoria más humana y menos corrupta. Quédate en México terminó en fracaso. Hoy es objeto de burla por parte de Trump y sus seguidores. De rechazo y desconfianza de los demócratas. Fortaleció las redes de tráfico ilícito de personas. Propició el abuso a los derechos humanos de los migrantes. Saturó los albergues de nuestras ciudades fronterizas.

Hoy, los flujos migratorios provenientes de otros países que cruzan por México con destino a Estados Unidos y la migración mexicana han crecido exponencialmente.

Nadie sabe quién controla la política migratoria mexicana, si la Secretaría de Gobernación, a la que le corresponde por ley, o la Secretaría de Relaciones Exteriores, que constantemente invade las competencias de otras secretarías y termina por crear más problemas que soluciones.

Me opuse al programa Quédate en México. Como embajadora se me ocultó la negociación. Siempre estuve en contra del Acuerdo de Tercer País Seguro. Impedí la negociación que pretendían imponernos los estadounidenses en junio de 2019. Hay testigos en ambos lados. Defendí los intereses de México y los derechos humanos de los migrantes. La verdad termina por imponerse.

POR MARTHA BÁRCENA COQUI
EMBAJADORA EMINENTE
MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@MARTHA_BARCENA

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