Rotundamente exitosa. No hay otra forma de describir la Cumbre de Líderes de América del Norte celebrada en la Ciudad de México, en la que los resultados reafirman que en el gobierno de AMLO, México ha recuperado presencia y un papel relevante en el ámbito internacional.
Gran escozor están sintiendo los malquerientes de la 4T ante el innegable éxito de la Cumbre
En los últimos días, esos malquerientes se volcaron a tratar de difundir por todos los medios a su alcance, la imagen de que Biden es una especie de superior jerárquico de AMLO y que éste le rinde cuentas al presidente estadounidense. El subconsciente les traiciona; extrañan los días en que Fox, sin un mínimo de rubor y dignidad, se arrodillaba ante Bush mientras le decía “comes y te vas” a Fidel Castro, para no incomodar al mandatario de EU, o la manera en que Trump bulleaba públicamente una y otra vez a Peña Nieto sin ninguna capacidad de reacción política del entonces Presidente mexicano; y de Calderón, mejor ni hablar, nula política exterior y mensajes de respaldo de Obama a la política de seguridad del espurio, mientras el gobierno estadounidense ingresaba armas al país en el tristemente célebre operativo Rápido y Furioso.
Después de la inasistencia de AMLO a la Cumbre de las Américas en Los Ángeles en junio, claramente esperaban un deterioro en la relación bilateral con Estados Unidos que les sirviera de pretexto para atacar al Presidente y sacar raja política. Pero se quedaron con las ganas; la visita de Biden y Trudeau reafirmó que la relación política y comercial con los vecinos del norte es sólida y, sobre todo, que hoy México participa de esa relación con más dignidad e igualdad ante nuestros socios que nunca, y eso es lo que más les molesta a los opositores que añoran las épocas de sumisión ante el gobierno de Estados Unidos.
Hoy, a diferencia del pasado, México tiene la autoridad política y moral para alzar la voz contra la exclusión en el marco de la Cumbre de las Américas, pero también para reconocer a su homólogo estadounidense por no haber continuado la construcción del muro fronterizo, como en esta ocasión. Así también, tiene la interlocución para imprimir el enfoque humanitario en la discusión del tema migratorio, lo mismo que para pedir a Biden que abogue ante el Congreso de su país por la regularización de 11 millones de migrantes, o para conminarlo a dejar de lado el olvido de EU a América Latina y el Caribe.
Los resultados hablan por sí solos, los tres gobiernos asumieron compromisos en materia de diversidad, equidad e inclusión; cambio climático y medio ambiente, competitividad, migración y desarrollo, salud y seguridad.
Ahora, ante el éxito de la Cumbre y la falta de pretextos para golpear a López Obrador, no les queda más que criticarlo por dar una respuesta demasiado larga durante la conferencia de prensa de los tres líderes; menudo premio de consolación para los malquerientes.
POR BENJAMÍN ROBLES MONTOYA
COLABORADOR
@BENJAMINROBLESM
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