El Estado de México ha sido considerada la joya de la corona del poder político en México, tanto por su importancia demográfica como por su peso al interior de la élite tomadora de decisiones.
La catástrofe que representó el fin del gobierno de Peña Nieto llegó a tal punto que el PRI perdió prácticamente todas las gubernaturas y ahora trata de mantener la joya de una corona ya inexistente. Por su parte para Morena, hacerse de este bastión representa consolidar su posición como partido dominante a nivel nacional y catapultar de ahí, la elección presidencial del 2024.
La oposición cuenta con un fuerte candidato en la figura del panista Enrique Vargas que, sin la contraparte priista poseedora del aparato territorial de movilización electoral, se vería imposibilitado en pensar en un triunfo real. La figura de Ana Lilia Herrera como abanderada del PRI es considerada poco competitiva frente a la combinación de Morena y Delfina Gómez cuya actuación en la elección anterior estuvo a punto de hacerse con la victoria.
Un factor adicional a tomar en cuenta es la presencia de Juan Zepeda y Movimiento Ciudadano cuya fuerza está calculada entre un 8 y 10% del electorado mexiquense. Desde versiones donde Dante Delgado propone la candidatura de la alianza ampliada con Zepeda a la cabeza, hasta una negociación más amplia que alcanzaría a la presidencial de 2024.
Mientras el PRI con Alejandro Moreno a la cabeza mantiene un conflicto permanente con los restos de su partido, la llave que abriría la puerta de esta extensa coalición la tiene el gobernador Alfredo del Mazo. Es él quien puede impulsar un frente opositor con un candidato o candidata aceptable para todos incluyendo MC, o jugar la carta del gobierno federal y Morena y provocar la ruptura imponiendo una especie de aspirante sin oportunidad alguna de triunfo.
La presión sobre el gobernador mexiquense será enorme. Desde temas presupuestales, hasta amenazas personales de corte penal, con la intención de doblarlo para entregar la joya que es tan preciada para la corona de Morena.
Del Mazo tiene la oportunidad de convertirse en el nuevo líder de un priismo en reconstrucción total, o resignarse al retiro con los beneficios económicos y de seguridad legal y política que la impunidad de una lealtad vendida a un alto precio provee.
Si bien es cierto que el resultado de los comicios mexiquenses no determinará el futuro de la elección del 2024, el quedarse con la joya con corona o sin ella, es el principio del camino hacia la presidencia dela República. Alfredo del Mazo, la decisión está en sus manos.
POR EZRA SHABOT
COLABORADOR
@EZSHABOT
MAAZ