LA ENCERRONA

Los "triunfos" de Putin

“Es un buen día para Suecia y Finlandia, y un buen día para la OTAN”. Jens Stoltenberg

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), también conocido como el Tratado de Washington, fue firmado en 1949, en el fin de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Fría, sin embargo sus inicios significaron una organización -política- con fines de defensa militar conjunta para disuadir a la Unión Soviética. Fue hasta el nuevo milenio (2001) cuando Estados Unidos invocó al Artículo 5 (es el artículo donde se basa la organización, pues establece que un ataque a un miembro representa un ataque a las 30 naciones de la organización) después de los ataques del 11 de septiembre.

Sin embargo en nuestros días, ya sin la existencia de la URSS, con China siendo aliado comercial de (casi) todo el mundo y las organizaciones terroristas cada día “más controladas”, la OTAN era vista como una reliquia del pasado, propia de la Guerra Fría. Un personaje que compartía activamente esta visión fue Donald Trump, amenazando constantemente en salir de la organización con todo y su vasta aportación económica, así como otros países tampoco veían necesario ni estaban tan dispuestos a seguir contribuyendo con el 2 por ciento del PIB en la membresía para gastos militares y de defensa conjunta que significa esta organización.

Empero llegó el 24 de febrero y la visión trasnochada de expansionismo de Vladimir Putin y su “operación militar especial” para “desnazificar y rescatar” a la población ucraniana, situación que no es otra cosa que una invasión con fines imperialistas por parte del autócrata ruso. Esta acción bélica, con duración de más de cuatro meses, continúa cobrando decenas de miles de muertes entre ambos bandos, civiles y militares, crisis energética, alimentaria, económica y humanitaria, también ha logrado lo que según expertos era muy complicado de hacer en nuestros tiempos: el resurgimiento de la OTAN, aquello que prometió destruir, Putin se ha erigido como el artífice de su resurrección.

En este sentido, el mundo hoy observa cómo la OTAN vuelve a su esencia primigenia de fortalecer este bloque de países para protegerse conjuntamente de Rusia. Así quedó demostrado en la Cumbre celebrada en Madrid los días 29 y 30 de junio, donde el documento central fue el Concepto Estratégico marca como principal amenaza la Rusia, pues a la letra dice: “La Federación Rusa es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los Aliados y para la paz y la estabilidad en la zona euroatlántica. Busca establecer esferas de influencia y control directo mediante la coerción, la subversión, la agresión y la anexión”.

Asimismo, tras el anuncio hace semanas de abandonar su visión militar de -no alineados-, el día de ayer se aprobó la adhesión de Suecia y Finlandia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Otro “logro” de Putin. Así, aquellos tiempos de militarismo, armamentismo, expansión territorial y latente guerra parece que están de regreso. El titular del Kremlin ha hecho que la visión europea y mundial (occidental) se una con el propósito de aislar a Rusia y a sus (muy pocos) aliados. Gracias a esto seguiremos teniendo noticias de la guerra en Ucrania durante más semanas, los países del sistema internacional incrementando su presupuesto en armas y un planeta que se aleja de la paz que tanto tiempo le costó conseguir.

POR ADRIANA SARUR
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@ASARUR

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