ANÓNIMO ERA UNA MUJER

El adiós a "Big Eyes"

Un robo de identidad, un divorcio, pruebas ante el jurado y una película de Tim Burton son parte de la historia de Margaret Keane

OPINIÓN

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Melissa Moreno / Anónimo era una mujer / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Margaret Keane es una de las referentes que inspiraron este espacio editorial. Mientras el mundo se maravillaba con su talento, y sus imágenes de niños tristes y de ojos grandes se cotizaban por miles de dólares, era su esposo quien se llevaba el crédito.

Durante años, Walter Keane, un agente de bienes raíces, se vendió como artista y Margaret permaneció en el anonimato por 10 años, de 1950 a 1960, sin que nadie sospechara.

Margaret pasaba 16 horas al día pintando, con las persianas cerradas para que nadie supiera que ella era la artista; Walter comercializaba las obras como si él fuera el pintor, cuando no sabía ni sostener el pincel.

“[Walter] me tenía sentada en un rincón”, declaró a The Guardian en 2014, “y él estaba vendiendo cuadros, cuando alguien se me acercó y me dijo: '¿Tú también pintas?', ahí supe que se estaba atribuyendo mi arte”.

Luego de que descubrió que Walter se anunciaba como el genio, este le suplicó que le enseñara a pintar, pero nunca fue capaz. La pareja se distanció y él amenazó con matarla.

Tras el divorcio, en 1970 Keane le dijo a la prensa que ella era la verdadera artista y se ofreció a probarlo en un encuentro al que Walter no se presentó. En 1986, Keane presentó una demanda por difamación y su abogado organizó una “prueba” ante un jurado. En menos de una hora, realizó uno de sus perfectos niños con ojos inmensos. Él, por su parte, no levantó ni un dedo alegando que le dolía el brazo. Ella obtuvo 4 millones de dólares por daños, pero él murió antes de pagarlos. En una retrospectiva, en el Museo de Arte Laguna, Margaret habló de su sello insignia: “Estaba pintando mis propios sentimientos y buscaba respuestas”, y agregó, “los ojos siempre preguntaban: ¿Por qué hay sufrimiento? ¿Cuál es el propósito de la vida?”

Margaret Keane, “la madre de los ojos grandes”, falleció el 26 de junio, a los 94 años, con el reconocimiento que siempre mereció su arte.

POR MELISSA MORENO
MELISSA.MORENOC@GMAIL.COM
@MELISSOTOTOTA

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