Tres en raya

Por razones de 'seguridad nacional'

Esta es una muestra más de que en la 4T la ley solo la obedecen y la blanden cual espada si les conviene, y la revientan cual petardo si les afecta

Por razones de 'seguridad nacional'
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Bienvenidos a los tiempos de abierta ruptura con la ley; de ignorarla, de abusarla sin pudor, con un desprecio absoluto hacia la población. Sin disimulo, en nombre del pueblo, se vulnera a este mismo. Y la gente, todos los que no tienen noción de que son ciudadanos, ni cuenta se dan.

Pese a la suspensión judicial definitiva a las obras, el Ejecutivo federal ha decidido reiniciar la construcción del tramo 5 del Tren Maya (trayecto Playa del Carmen a Tulum). Sin sustentarlo —no puede, naturalmente— presidencia argumenta que se trata de un proyecto de “seguridad nacional”; una mofa hacia todos los mexicanos, pues.

Una muestra más de que en la Cuarta Transformación la ley solo la obedecen y la blanden cual espada si les conviene, y la revientan cual petardo si les afecta algún interés o capricho (lo que usualmente es lo mismo), como en el caso del Tren Maya. Desacatar sentencias judiciales es un acto delictivo; es también burlarse de otra sentencia —una anterior— de la SCJN, la cual en diciembre “bateó” el decreto presidencial que buscaba blindar en la opacidad los proyectos prioritarios de López Obrador pretextando seguridad nacional.

Cual borrico al trigo, insistió en su mañanera del martes que su gobierno no está en desacato judicial por reiniciar las obras del tramo 5, dado que fueron declaradas “seguridad nacional”. El Presidente, o no entiende nada de nada, o no le importa burlarse de uno de los mecanismos constitucionales de protección a las garantías individuales más importantes con los que hasta ahora contábamos. En cualquier caso, gravísimo.

Quien dice defender al pueblo, le está robando uno de los pocos medios de defensa y de protección contra los actos de la autoridad: el “amparo”, figura jurídica diseñada para interponerse como el último medio de protección de los Derechos Humanos ante el abuso del poderoso. AMLO habló de amparos de la oligarquía que pretende detener a la Cuarta Transformación; lo cierto es que aquí, hoy y ahora, la única oligarquía es la lopezobradorista. Las cosas como son.

López Obrador está haciendo todo lo que dijo combatir: no respeta la ley, tiene a colaboradores que no están siendo honestos, ni siquiera en el 10% por él exigido; está destrozando ecosistemas de la selva, arrasando con los cenotes y diversos vestigios de la cultura maya. Todo es irrecuperable, pero poco o nada le importa porque su capricho tiene que realizarse.

La viabilidad económica del proyecto y este como detonante de las economías de la región tampoco están aseguradas. No es inaugurando obras de relumbrón como debiera ser recordado un primer mandatario, aún menos cuando las mismas representan altísimos costos en todos los rubros, especialmente el ecológico y el de medio ambiente. Quien criticó a los otros gobiernos por autoritarios, es un vivo reflejo de estos, solo que en un nivel superlativo.

Violentar las garantías individuales y además guarecerse de las mismas argumentando seguridad nacional cuando a todas vistas este tren nada tiene que ver con la misma.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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