Falta un eslabón. Por un lado, el presidente de la Canacintra, José Antonio Centeno, clama porque fluya el crédito hacia el sector industrial: necesitamos financiamientos competitivos “que nos permitan hacer la renovación tecnológica de maquinaria, equipo y tecnologías para poder competir y podernos subir a esta nueva estrategia de política industrial que representa el nearshoring, y podernos encadenar como proveedores de Estados Unidos”.
Por otro lado, la Asociación de Bancos de México, que preside Daniel Becker, ha dicho que en la banca existen alrededor de 1.5 billones de pesos disponibles para prestar. Es un monto enorme de recursos esperando ser liberados.
Por otro lado el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, dijo ayer en un encuentro con los ejecutivos presentes y pasados del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) que México es un país idóneo para una estrategia de nearshoring: “es altamente recomendable y potencialmente realizable”.
¿Qué está faltando para que el país se encarrile en un camino común en el que todos los involucrados sepan cuál es la estrategia? Liderazgo. Si los industriales quieren evolucionar sus empresas; si los banqueros quieren prestar para esa evolución empresarial; y si el secretario de Hacienda insiste a diario en la oportunidad, pero no se está dando a cabalidad, algo falta, y su ausencia es grave: no hay quien coordine y ejecute. En términos culinarios: tenemos la tortilla, la carne y la salsa, pero nadie ha preparado el taco. Falta el taquero.
Una política coordinada de nearshoring implica al menos tres elementos: (1) una estrategia fiscal diferenciada del resto de la economía, tal que con algún incentivo fiscal explícito se atraiga a empresas a instalarse en el país para convertirse en proveedoras de preferencia del mercado estadounidense; (2) un mensaje coordinado, homogéneo y permanente, tal que cualquier empresa o inversionista especializado en manufactura, en cualquier parte del mundo, escuche, lea, visualice y comprenda los atributos de la política de proveeduría que surge de México hacia Estados Unidos; y (3) mecanismos de promoción y coordinación que ejecuten la estrategia, involucrando a los gobiernos estatales, municipales, y a instituciones como el IMSS, el SAT y otras instancias relevantes (como lo hacía ProMéxico tiempo atrás).
Si los siguientes 24 meses transcurren sin que nadie ejerza un liderazgo convincente para hacer trabajar los ingredientes, la oportunidad del nearshoring se esfumará. Y tristemente no hay en la escena quien haya levantado la mano.
DAIMLER
Para resolver la crisis de falta de operadores de tractocamión la empresa alemana Daimler Truck, que encabeza Marcela Barreiro, junto con sus distribuidores, firmaron una alianza con el Conalep, para capacitar jóvenes. Urge.
POR CARLOS MOTA
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MAAZ
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