¿Cómo se imaginan, camaradas del chairismo, que se van a poner las campañas de, nuestro Presidente dixit, la corcholatiza? ¿Una verdadera fiesta democrática, en el sentido literal del término: candidata y candidatos respetando la decencia democrática y, sobre todo, poniéndole muchísima jiribilla a sus giras y comparecencias?
O sea, ¿sí ven a la compañera jefa de Gobierno haciendo unos chistes buenísimos, bailando desencorsetadamente con el pueblo bueno, destilando empatía? ¿Les parece que Adán Augusto es un equilibrio inmejorable entre la gracia y la buena vibra? ¿Se les hace que Noroña puede quitarse la letra escarlata del changoleonismo y seducir a las muy abundantes clases medias de este país, que todavía tienen derecho a votar?
¿Ebrard, que como la compañera Sheinbaum tiene otra letra escarlata, la de la Línea 12, y que además va a tener que llevar hasta niveles de récord mundial sus afanes de quedar bien con el Presidente, que nomás no puede con sus idiomas y sus apellidos franceses? ¿Les parece que Mario Delgado puede salir del baño y encumbrarse como el caballo que alcanzó y ganó?
¿Rocío Nahle, con las inundaciones en Dos Bocas y los presuntos negocitos familiares? ¿Manuel Bartlett? ¿Gertz? ¿Cuitláhuac, cuya propuesta probablemente sería arreglar todos los baños de gasolinera del país? ¿Cuau? ¿El Doctor Muerte, con el pelo engominado, el pantalón marca paquete y 750 mil muertes por COVID-19? ¿Delfina, para llevar la ley de 10 por ciento a escala nacional?
La pregunta viene a cuento porque el Presidente ya dio el banderazo de salida, las corcholatas se van a lanzar a conquistar al electorado y en la opinocracia chaira se multiplican los comentarios, digamos que mordaces, sobre la falta de candidatos de oposición para 2024. Hombre, sí: se ve flaca la caballada, y las turbulencias en el PRI, la mediocridad del PAN y lo muuuuy magro de los logros de Movimiento Ciudadano no son como para mucho optimismo.
Dicho lo anterior, ¿no estaría bien un tantito de autocrítica, compañeres chaires, en vista de la nómina cuatroteísta recogida líneas arriba? ¿O se les ocurre que, fuera de ese elenco hay figuras magníficas del oficialismo esperando su momento? ¿Alcocer, el tata antivaxxer? ¿Guadiana? ¿Napito? ¿Sí vieron lo bien que están las cosas con el crimen organizado en Guerrero? ¿Qué tal Colima y la violencia? ¿Han notado que el Presidente conserva una respetable popularidad, pero que su gobierno y su equipo salen calificados del verdadero carajo en las encuestas?
Y es que, si del oficialismo hablamos, así, a simple vista, la única garantía que tenemos es que quien gane logrará conservar el legado del Supremo Líder, con el desplome de la economía, la muerte de la salud pública y el crimen organizado en plan de amo y señor.
Digo, igual estaría bien un poco menos de risitas, compañeres…
POR JULIO PATÁN
COLUMNISTA
@JULIOPATAN09
MAAZ
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