NOTAS SIN PAUTA

Bronco y AMLO, los viejos conocidos

Hasta hace unos días, Jaime Rodríguez Calderón se reputaba con salud inestable. El presidente López Obrador pidió ver su caso con sentido humano

OPINIÓN

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Arturo Rodríguez García / Notas sin Pauta / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hasta hace unos días, Jaime Rodríguez Calderón se reputaba con salud inestable. El presidente López Obrador pidió ver su caso con sentido humano y le mandó un abrazo, una conducta muy diferente a la que suele asumir con otros políticos que cayeron en desgracia y están presos.

Por ejemplo, Rosario Robles Berlanga, desde hace más de un año ha presentado como argumento para obtener una libertad condicional que se encuentra delicada de salud, e inclusive, ha faltado a audiencias por ese motivo. La exsecretaria de las dependencias sociales del peñismo nunca logró arrancarle al mandatario una expresión conmiserada como sí lo logró el “Bronco”.

La razón quizás se ubique en un pasado remoto ya: los años ochenta y el paso de López Obrador como dirigente priísta en Tabasco, un período que poco se recuerda en las biografías del hoy presidente de México, e inclusive, en su semblanza oficial.

En el sitio web lopezobrador.org.mx, página personal habilitada desde hace años mediante la cual en campaña y en gobierno se han replicado las actividades del mandatario, no se menciona en su semblanza algo sobre su militancia priísta.

La única mención es por haber colaborado con el poeta Carlos Pellicer en su campaña al Senado sin indicar partido político. Nada se lee en ese espacio sobre la coordinación de la campaña de Enrique González Pedrero, nada sobre su paso por el Centro de Estudios Políticos y Sociales del PRI, nada sobre los meses en que fue dirigente del PRI en el estado en 1983.

Esa dirigencia partidista resultó convulsa. Según los anecdotarios más conocidos, uno de estos escrito por el periodista tabasqueño Armando Guzmán, López Obrador intentó formar comités sociales para transparentar el ejercicio presupuestal de las alcaldías, lo que detonó un conflicto con los sectores y organizaciones priístas que se alinearon con los recién electos titulares de los ayuntamientos.

El conflicto fue tan intenso que a ese período corresponden las fichas de la Dirección Federal de Seguridad, sobre el hoy presidente. Los agentes que remitieron los informes que se han hecho públicos inclusive por el presidente, lo acusan de tener ideas socialistas e inducir a las comunidades indígenas así como a cuadros municipales del PRI, al socialismo, endilgándole inclusive una relación con el PSUM.

En ese contexto, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI decidió enviar delegados especiales del partido identificados con la Confederación Nacional Campesina, con el propósito de atemperar los ánimos y la intransigencia del dirigente tricolor que gozaba de la protección del gobernador González Pedrero.

Los emisarios fueron Jaime Rodríguez Calderón y Noé Garza Flores, es decir, el exgobernador de Nuevo León acusado de delitos electorales y abuso de autoridad por su sucesor, Samuel García; el segundo, uno de los funcionarios acusados de corrupción en el sexenio del Bronco, específicamente de conflicto de intereses, Noé Garza Flores.

La intervención fue tersa y López Obrador abandonó la dirigencia del PRI tabasqueño para volver a la Ciudad de México. Apoyado por Clara Jusidman, fue funcionario de lo que hoy es Profeco y profesor de capacitación política en el PRI.

Con el Bronco en desgracia y la emisión de su carta a López Obrador del 12 de mayo, la respuesta del mandatario fue un deslinde de los asuntos legales, “hacer a un lado la sospecha de que sea una venganza política” y añadió:

“En lo personal yo considero que debe haber un trato, no es de privilegio o excepcional, tiene que tomarse en cuenta la cuestión de la salud, la cuestión humanitaria”.

Y finalizó: “Yo le mando un abrazo al gobernador que está detenido, independientemente de su asunto y proceso legal, le mando un abrazo y un saludo”.

Respecto al veterano cenecista Noé Garza, hace años que dejó el PRI inspirado en el independentismo del “Bronco”, aunque desde abril pasado es impulsor de la candidatura al gobierno de Coahuila por Morena, del actual subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja.

POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA

COLABORADOR HERALDO RADIO

@ARTURO_RDGZ

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