MALOS MODOS

Sucesión: Cómo llegar a 2024

Entiendo que el listón lo pusieron muy alto personajes como López-Gatell, con aquello de que el Presidente es una fuerza moral, no de contagio

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

No es necesario tocar fondo, compañeres, se los digo con preocupación solidaria, fraternal. Sé que el Presidente, padre amorosísimo, es también un padre muy exigente, y que el sexenio entero se trata, antes que nada, de tenerlo contento, es decir, de una ovación de seis años. 

Sé también que se acerca el final del ciclo sexenal, y, por lo tanto, la sucesión. Y sé que para entrar en esa carrera no puedes tener muy en mente tu imagen pública, andar de pudoroso, ceder a las tentaciones del amor propio: o gritas los elogios más fuerte que los demás y radicalizas las muestras de veneración, o te quedas fuera. 

Lo entiendo, como entiendo que el listón lo pusieron muy alto personajes como López-Gatell, con aquello de que el Presidente es una fuerza moral, no de contagio. Y sin embargo, repito, hay que saber moderarse. Hay límites.

Esto viene a cuento porque me topé con un video en el que Marcelo Ebrard, en mangas de camisa, en un escenario, grita a un voz en cuello lo de “¡Es un honor, estar con Obrador!”, mientras alza y agita el puño en plan toma del Palacio de Invierno o el CCH Naucalpan. 

Canciller: no. Así no. El morenismo tiene expertos en ese tipo de performances. No es necesario pisar los terrenos de Fernández Noroña o la compañera Citlalli. Sobre todo, es inútil. Con todo el afecto, estimado señor Ebrard, el Presidente no lo quiere como sucesor.

Es entendible: le sobran a usted estudios, veleidades priistas, y, para citar a Jorge Ibargüengoitia, dos o tres idiomas que dice hablar a las tres maravillas, sin mencionar la casa de la Roma y el apellido francés. No hay, pues, manera.

Luego está la compañera jefa de Gobierno. Estimada Claudia: no es indispensable ponerse en plan “Llevaremos a los traidores a la patria al Cerro de las Campanas”. 

Créame. Por supuesto, era necesario entrarle a lo de la Reforma Energética. Pero era suficiente con un “coincido
plenamente con que es crucial garantizar la soberanía energética, como dice nuestro Presidente”. Y listo. Sin estridencias, todo tranqui, sobre todo después de que violó usted
varias veces la ley con lo de la revocación: su entrega no admite dudas. 

Además, luego de tanta entrega pasa que el Presidente más feminista de la historia le da el banderazo de salida a un portento de heteronormatividad tabasqueña como Adán Augusto, su bro.

Lo mismo podríamos decirle a Epigmenio, que no parece aspirar a Presidencia alguna —ni a la mexicana ni a la guatemalteca, pues—, pero que está un poco sobreactuado en las últimas semanas. Camarada: entiendo que hay que justificar los 150 millones, pero nadie te exige un tuit furioso cada cinco minutos. Respira.

Y es que el camino hasta 2024, compañeres, sí: se tiene que atravesar de rodillas. Pero tampoco es necesario besar el piso. 

Sigan al doctor Patán para una autoestima más robusta.

POR JULIO PATÁN

COLUMNISTA

@JULIOPATAN09

MAAZ