Una grilla muy local en Puebla escaló al ámbito legislativo, provocando ya un choque de trenes al interior de Morena, pero sobre todo en la Cámara de diputados y el Senado.
Los protagonistas de esta historia: Miguel Barbosa, gobernador de aquella entidad; Ignacio Mier, coordinador de Morena en San Lázaro; y el senador Alejandro Armenta, operador y brazo derecho de Ricardo Monreal, en la Cámara Alta.
Y lo qué hay detrás es nada más y nada menos que la candidatura al gobierno de Puebla… de 2024.
Y es que los poblanos siguen a pie juntillas el ejemplo que les impusieron desde Palacio Nacional y, literal, todo mundo quiere mover sus corcholatas, pero a costa de lo que sea.
Eso incluye demandas judiciales, pleitos de barandilla, dimes y diretes, fuego amigo y lo que se ocupe, incluida una guerra de lodo.
Resulta que hace unos días, se ventiló que el actual jefe de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier, es investigado por presunto lavado de dinero, operaciones con recursos de procedencia ilícita y evasión fiscal.
La noticia fue dada a conocer por un medio local y apenas el lunes pasado, el mandatario poblano, Miguel Barbosa, declaró que, desde hace más de un año, tiene conocimiento de la que UIF investiga a su compañero de partido.
En la misma investigación estarían Francisco José Ramón Serrano, ex auditor general de Puebla, y José Arturo Rueda Sánchez, dueño del Diario Cambio.
El diputado Mier Velazco desestimó las declaraciones al respecto y adujo que todo es parte de una acción concertada para bajarlo anticipadamente de la contienda por la gubernatura.
De hecho, los principales ataques fueron dirigidos contra su socio Rueda Sánchez, quien hace siete años fue acusado de extorsión y chantaje. En aquel entonces lo denunció el priista Jorge Estefan Chirac.
Pero esto último y lo del lavado de dinero fue ventilado nuevamente esta semana, aunque otro morenista atizó al fuego: el senador Alejandro Armenta, quien a sabiendas de que Rueda Sánchez es socio de Ignacio Mier, también lo denunció por extorsión, el martes, ante la FGR.
Armenta, monrealista confeso, hecho y derecho, se montó públicamente al pleito con toda la intención de afectar a su correligionario Mier.
La razón es simple: ambos ya levantaron la mano para suceder a Barbosa en Puebla.
Esta sería la segunda vez que Armenta busque la gubernatura la vez anterior perdió la interna frente al actual mandatario con quien acordó ir en el 2024.
Y por lo visto, está dispuesto a todo para conseguirlo; incluso, pasando por encima de Mier, quien cada vez acumula más malquerientes, empezando por el gobernador de su estado.
Armenta, igual que su jefe Monreal en la contienda por la presidencia del 2024, juegan sus últimas cartas por la gubernatura y cada vez se aleja más la posibilidad de que pueda presidir la mesa directiva del Senado en la próxima legislatura.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “¡Toda familia tiene sus demonios!”
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
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@ALFREDOLEZ
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