TIEMPO DE INFRAESTRUCTURA

Transporte y coyuntura mexicana

Para incrementar el atractivo de México, por su simple posición geográfica y los TLC que ha suscrito, requiere de una infraestructura de transporte adecuada para satisfacer la demanda

OPINIÓN

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Ernesto Beltrán Nishizaki / Tiempo de infraestructura/ Opinión El Heraldo de México

La infraestructura de transporte es una herramienta para la detonación de desarrollo económico en las distintas regiones del país. Contar con calidad en ésta conlleva un beneficio inmediato a través de la generación de empleos directos temporales durante la ejecución de la obra, compra de materiales, renta de maquinaria, entre otros. Al mismo tiempo, genera beneficios a largo plazo como son la competitividad y oportunidades para el empresariado local al disminuir los costos de comercialización y lograr una mayor integración de los mercados.

Aunado a ello, la emergencia sanitaria que hemos sufrido desde 2020 ha generado lecciones como consecuencia de los retos a los que se ha enfrentado una economía más globalizada. Las políticas públicas implementadas por cada uno de los países con el objetivo de contener la pandemia afectaron drásticamente el comercio mundial. Éste fue suspendido casi en su totalidad, así como la mayor parte de las zonas industriales cerradas en su totalidad. 

Las medidas impuestas por el gobierno de China, en un inicio, obligó a la suspensión de exportaciones de insumos para industrias como la automotriz, electrónica, farmacéutica y de suministros médicos, paralizando por varias semanas fábricas en América del Norte, Europa y el resto de Asia, que no disponían de proveedores alternativos, pues el país asiático es el principal exportador mundial de partes y componentes, con 15 por ciento de los envíos mundiales, en 2018.

Una vez que los países comenzaron a reactivar paulatinamente su economía se encontraron con un grave problema de logística siendo —hasta el día de hoy— una de las principales causales de la carencia de algunos productos, incremento sustancial de los costos de transporte y problemas de logística.  

De igual forma, el conflicto comercial entre Estados Unido con China y la invasión de Rusia a Ucrania deja a México en una posición inmejorable que debe aprovecharse. La regionalización del comercio internacional es una alternativa para evitar los retos que actualmente nos aquejan. 

Para incrementar el atractivo de México por su posición geográfica, así como los Tratados de Libre Comercio que ha suscrito a lo largo de los años, requiere, entre muchas cosas, contar con infraestructura de transporte adecuada para satisfacer la demanda. 

De acuerdo con el Banco de México, la mayor parte de la infraestructura de transporte utilizada en México son las carreteras, seguida por vías marítimas, aéreas y ferroviarias; sin embargo, las empresas que prestan los servicios de transporte identifican como principales retos de la infraestructura de transporte lo siguiente: i) capacidad limitada, ii) elevado costo de utilización de la infraestructura, iii) mala calidad del servicio, entre otros.

De acuerdo con el Foro Económico Mundial, México se encuentra en la posición número 49 a nivel mundial en calidad de infraestructura. De igual forma, la administración federal ha manifestado que México se encontraba a nivel mundial en el lugar 40 en infraestructura de transporte carretero, ferroviario y marítimo, así como el número 25, en transporte aéreo. 

Para mala fortuna de todos los mexicanos, el gobierno ha desaprovechado la primera mitad de su administración sin ejecutar proyectos que permitan la modernización de la infraestructura de transporte con la finalidad de mejorar la competitividad e interconectar de forma más eficiente el país. La hoy llamada Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha brillado por su ausencia, a pesar de ser la facultada para el desarrollo, planeación, ejecución y administración de obras del sector. 

Los tres proyectos de relevancia en materia de infraestructura de transporte son: el aeropuerto de Santa Lucía (el cual cuenta con retos operativos), el Tren Maya (con problemas sociales, legales y ambientales) y el Corredor Interoceánico-Istmo de Tehuantepec que contempla infraestructura ferroviaria y la modernización de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz (con riesgo de no se concluida durante la presente administración). 

El actual gobierno debería aprovechar la coyuntura internacional en beneficio de los mexicanos. El mejoramiento (ampliación o modernización) de la infraestructura de transporte puede catapultar la economía interna y la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED). 

Al norte tenemos de vecino al mercado más grande del mundo, el cual representó para México durante 2021, 84 por ciento del total de las exportaciones y 46 por ciento del total de las importaciones.

POR ERNESTO BELTRÁN NISHIZAKI
ASOCIADO DE GALTEC ASESORES
@ERNESTO_BN

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