Notas sin pauta

Más allá del almirante Ojeda

Más allá del señalamiento al almirante José Rafael Ojeda Durán, hay grupos cuya actuación en violaciones a derechos humanos debe revisarse

Más allá del almirante Ojeda
Arturo Rodríguez García / Notas sin Pauta / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Más allá del señalamiento al almirante José Rafael Ojeda Durán, hay grupos cuya actuación en violaciones a derechos humanos debe revisarse. Uno de estos es el de las Fuerzas Especiales (FES) de la Marina Armada de México que desde 2009 tuvo una opaca participación en tareas de seguridad.

Las revelaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), sobre lo ocurrido en Iguala entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, así como la participación de la Armada en la alteración de la escena del crimen en el basurero de Cocula, abren la discusión al respecto.

En un primer momento, los señalamientos se dirigieron al almirante Ojeda Durán, pues entonces era jefe de la zona naval de Acapulco. Empero, el presidente Andrés Manuel López Obrador, adelantó un dato de importancia para el caso: la decisión fue tomada a nivel central y nada tuvo que ver la zona naval.

El dicho presidencial quedó envuelto en la referencia a sus “malquerientes” por lo que el asunto corrió como una simple apología al
almirante Ojeda, y en redes sociales, con una alteración del mensaje que escandilizó brevemente porque hacía parecer que la dicha apología era para el expresidente Peña.

La polémica se dio entre la edición de un video y el señalamiento concreto del presidente López Obrador, aceptable y verosímil, sobre la imposibilidad de que el entonces presidente Peña Nieto desconociera los hechos cuando de hecho, es posible que los haya conocido en tiempo real.

Pero lo cierto es que las Fuerzas Armadas en este país, han tenido cuerpos de elite que participan en operaciones especiales y que sólo obedecen al alto mando, es decir, a los secretarios de Defensa y Marina, respectivamente, así como al Presidente. La historia es larga y el espacio breve pero baste mencionar dos ejemplos: uno es aquel que en el Ejército suelen llamar “el GAFE del Alto Mando”, cuyas operaciones quedaron particularmente la descubierto en mayo de 2015, cuando un lanzacohetes tierra aire, provocó el desplome de un helicóptero de dicho grupo, que fue velado con honores, en ceremonia privada en Campo Marte, presidida por el entonces mandatario.

Lo mismo ocurre con los despliegues de inteligencia militar. Son unidades de elite que responden a mandos de la zona militar o región en la que actúan o bajo el mando central, pero que son rastreables en tanto sus informes son comunicados por radiograma o se cargan a sistemas como Plataforma México.

En el caso de los hechos de Iguala, un primer eslabón está en el desempeño de analistas y mandos que actuaban en el Centro de
Comunicaciones, Control, Comando y Cómputo (C4) de Guerrero hasta ahora, con sesiones opacas y que respondían a un mando territorial; el otro está en los informes que debieron rendir los elementos infiltrados entre normalistas que, ahora por el GIEI sabemos, llevaban tiempo destacados en la Normal rural.

Otro ejemplo son las FES de la Armada que se hicieron notar a partir de 2009 con el operativo que en Cuernavaca quiso hacer ejemplo a Arturo Beltrán Leyva, a quien ya abatido se le expuso con los pantalones abajo y dinero encima. Una operación en la que murió el suboficial Melquisedec Ángulo Córdova, cuya familia terminó asesinada tras el episodio. Una segunda operación realizaron las FES en Juárez, Nuevo León, semanas después, con tanta autonomía, que quisieron reventar una reunión de sicarios en una finca campestre sin informar a los grupos militares destacados en la zona, provocando la huída de camionetas que toparon de frente con una patrulla de infantería del Ejército lo que resultó en una balacera frente a una escuela primaria a la hora de salida.

Un error frecuente en la discusión pública es ver a las Fuerzas Armadas, sea Ejército o Marina, como un algo monolítico cuando existen grupos de poder, grupos operativos, tácticos o de información que responden a mandos que no tienen relación con los mandos geográficos.

Fue lo que el presidente López Obrador identificó, para la alteración del basurero de Cocula, como una “decisión a nivel central” de tan alto nivel que en ello está implicado un almirante respecto al que no ofreció más datos por la secrecía propia de la averiguación.

POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA

COLABORADOR HERALDO RADIO

@ARTURO_RDGZ

MAAZ

 

Temas