COLUMNA INVITADA

Haciendo Embudos

Es tan sencillo romper el equilibrio en los flujos del comercio exterior que a veces la realidad supera a la ficción

OPINIÓN

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José Ignacio Zaragoza Ambrosi / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México

Es tan sencillo romper el equilibrio en los flujos del comercio exterior que a veces la realidad supera a la ficción. La Organización Mundial de Aduanas empujando con todos sus recursos la agenda de facilitación comercial para restablecer los niveles prepandémicos e impulsar la resiliencia en el mundo, y de pronto, una decisión política bloquea uno de los flujos más importantes de comercio exterior del mundo: la frontera entre Texas y México.

2 mil 18 kilómetros de frontera común, unidos por 28 puentes y cruces internacionales, Texas es el estado por donde cruza más del 70% del intercambio comercial entre México y los Estados Unidos que a lo largo de esta semana se ha visto gravemente afectado por la decisión del gobernador de Texas, Greg Abbott, de detener e inspeccionar a todos los tractocamiones y autobuses que crucen de México.

Su argumento son las medidas de control migratorio y seguridad fronteriza para prevenir el trasiego ilegal de migrantes y drogas. No es la primera vez que pasa. Estados Unidos en diversas ocasiones, a partir del atentado terrorista en Nueva York y que marcara el nuevo esquema mundial de seguridad en las aduanas con el Marco SAFE, ha amagado con la idea absurda de revisar el 100% de los contenedores y camiones que ingresen en su territorio (cuando lo normal es que las aduanas a nivel mundial revisen físicamente entre un 5 y un 15% de ellos y lo demás se haga mediante revisiones no intrusivas -rayos X o gamma-, y por análisis de riesgo).

Y digo absurda porque en estos días hemos visto la imposibilidad de llevarla a cabo. Más de 45 minutos de inspección, más los costos extra de tiempo de espera, retrasos en la entrega de las mercancías, apertura de camiones y contenedores, descargar y cargar las mercancías en el punto de revisión, la cantidad de personal destinado a esto, etc. Tan solo en el cruce de Reynosa con el puente Pharr se vio que en lugar de los 3 mil camiones que pasan por ahí cada día, con esta medida sólo 300 camiones lograron cruzar en 24 horas.

Todo va en contra de la competitividad de las cadenas globales que no pueden darse ese lujo por más buena idea que parezca abrirlo todo y revisarlo. En México, el Consejo Coordinador Empresarial señaló que estas medidas han generado un impacto económico y sobrecostos operativos que ascienden a 8 millones de dólares diarios, afectando principalmente a las industrias maquiladora, automotriz, de tecnología y perecederos.

Como ya sabemos, la instrucción del gobernador texano de revisar todo el tráfico comercial desde México a Texas por funcionarios estatales después de pasar una revisión federal en los puertos de entrada, se da tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de poner fin a las expulsiones migratorias bajo el Título 42, medida con la que Texas no comulga y entonces presiona al gobierno federal armando tal zafarrancho: filas y filas de camiones aparcados por varios kilómetros en cruces como Zaragoza-Ysleta, Córdova-De las Américas (Ciudad Juárez), Colombia-Laredo (Nuevo León) y Reynosa-Pharr (Tamaulipas) donde han tenido que esperar hasta 30 horas para poder cruzar.

Los camioneros, que casi siempre acaban pagando los platos rotos, se manifestaron en varios puntos, cerrando puentes y llegando incluso a la locura nerónica de incendiar algunos camiones como señal de protesta ante el trato recibido por las autoridades texanas.

La Casa Blanca, a través de su portavoz Jen Psaki, condenó las inspecciones estatales que están provocando retrasos importantes en el tráfico e "interrupciones significativas" en las cadenas de suministro de alimentos y automóviles. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México también rechazó esta medida estatal y la Agencia Nacional de Aduanas ha estado en coordinación constante con las autoridades del CBP en Estados Unidos y con los Agentes Aduanales para desviar el flujo natural del comercio hacia otras aduanas a fin de tratar que la afectación sea la menor posible.

El gobernador del estado de Nuevo León, Samuel García, acompañado de una comitiva importante viajó a Austin donde logró destrabar con su homólogo de Texas las inspecciones del puente de Colombia, emitiendo un mensaje por su cuenta de Twitter: “en este momento se libera la circulación de importaciones y exportaciones”.

Así lo frágil de las cadenas de suministro que como si no tuvieran ya bastante con la pandemia, la guerra en Europa, la crisis de contenedores, la falta de choferes en el transporte terrestre, el aumento exagerado de precios en los fletes marítimos y de los combustibles, aparece el estado de la estrella solitaria para decir: “momento, estamos jugando en mi cancha y con mi pelota”. A ver cuánta presión resiste el presidente de los Estados Unidos y cuánto malestar causa en los texanos el desabasto de productos que ya están viviendo en los supermercados.

Mucho por hacer en la OMC y también en la relación transfronteriza de nuestro país. Quizá sea el momento de impulsar mesas de trabajo permanentes y que realmente se involucren a todos los actores del comercio exterior de ambos lados de la frontera donde se propongan mejoras, se vigilen los programas, se resuelvan problemas antes de crear caos mayores y se impulse la competitividad de la región, adiós a los viajes a Austin y Washington para sólo tomarse la foto . La facilitación del comercio cada día se encuentra con un reto nuevo.

José Ignacio Zaragoza Ambrosi
Experto en Comercio Exterior
@ignaquiz

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