Opinión

¡Quien no tenga miedo que pase a firmar!

El Caudillo del Sur vive y su lucha sigue y nos convoca a revocar el antiguo régimen neoliberal

¡Quien no tenga miedo que pase a firmar!
Rabindranath Salazar Solorio / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

En Anenecuilco, Morelos, lugar en donde las aguas corren, se cuenta la historia de un niño que subió a un caballo sin domar. Quienes presenciaban la escena, aseguraban que el infante caería; no obstante, regresó airoso montado sobre el potro. ¡Ya lo domé!, celebró.

Ese niño fue el noveno de 10 hijos de una familia de origen mestizo, de quien heredó su valentía, su afinidad por la historia nacional y su amor por la tierra.

Recorrió cada sendero y exploró cada cueva de la región, conoció a sus vecinos y las injusticias de las que eran objeto, presenció el despojo de tierras por parte de los grandes hacendados y atestiguó la impotencia de quien menos tiene ante la arbitrariedad que les condenaba a la pobreza y la sumisión. Cuando yo sea grande, haré que las devuelvan, aseguraba con valentía y pasión.

Ese niño se convirtió en un hombre de mirada franca, que se caracterizaba por su gran bigote, su gusto por la ropa charra y su destreza como jinete. La comunidad de Anenecuilco y posteriormente un ejército conformado inicialmente por campesinos de Morelos y más tarde de todo el país, encontraron en él un líder a quien seguir en la lucha contra la dictadura de porfirista y, sobre todo, en la lucha por el derecho de propiedad de los pueblos sobre sus tierras. Luego del triunfo de la democracia, manifestó su inconformidad contra gobierno maderista, quien pedía deponer las armas, pero no la restitución inmediata de las tierras, proclamando, en consecuencia, el Plan de Ayala, documento que legitimaba sus demandas bajo el lema Justicia y Ley.

En el marco de su aniversario luctuoso, recordamos al adalid de la causa agraria, así como los principios e ideales que enarboló para que los frutos de la Revolución Mexicana trascendieran más allá de un cambio de régimen político, para dar paso a la reestructura de las bases sociales y económicas.

Su legado nos convoca a recuperar la dignidad de los oprimidos para convertirles en prioridad nacional, a dotar de igualdad de oportunidades a las y los mexicanos, sin distingos ni clasismos que les obliguen a nadar contra corriente en sus esfuerzos diarios para llevar el sustento a sus hogares.

El Caudillo del Sur vive y su lucha sigue y nos convoca a revocar el antiguo régimen neoliberal que tanto dolor causó al pueblo de México y que sumió en desigualdad a nuestra nación.

Como diría Emiliano Zapata Salazar: ¡Esos que no tengan miedo, que pasen a firmar!

Rabindranath Salazar Solorio
Subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, Segob

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