En lo que va de la legislatura en turno no se había visto que la presidenta de una comisión de Morena en la Cámara de Diputados, hiciera a un lado su incondicionalidad lopezobradorista para cuestionar las políticas de Estado.
No es coincidencia que gobernadores de Morena esta vez le dijeron NO al presidente sin mencionarlo por su nombre (Puebla, CDMX, Colima y Guerrero) pues no están de acuerdo en la desaparición del programa Escuela de Tiempo Completo, que amplía el horario de los estudiantes de nivel básico, donde además de estudiar, se alimentan y pasan el tiempo mientras sus padres o cuidadores trabajan, a veces, más de una jornada de ocho horas.
Delfina Gómez, secretaria de Educación Pública, quien siguió las instrucciones de López Obrador, hizo una hazaña en la Cámara de Diputados: logró, por vez primera, reunir a la oposición con los partidos de la 4T: se pusieron de acuerdo para citarla a comparecer para que rinda cuentas sobre la decisión de eliminar dicho programa y destinar los recursos a reconstruir escuelas que terminaron de deteriorarse durante el confinamiento de la pandemia.
En la Junta de Coordinación Política conformada por todas fuerzas políticas y la Comisión de Educación Pública, presidida por la diputada morenista Flora Tania Cruz Santos, advirtieron que no van a permitir que el programa Escuelas de Tiempo Completo desaparezca.
Y es que fueron dos años en los que niñas, niños y adolescentes no pudieron tomar sus clases en las aulas derivado del confinamiento por el COVID-19. Tiempo suficiente para que las autoridades educativas ejecutaran los recursos presupuestados en el programa “La Escuela es Nuestra” (LAEEN) -más de 40 mil millones de pesos en 2021- el cual tiene como objetivo la mejora de la infraestructura educativa, por ejemplo: arreglar los baños, la tubería, las bancas, las puertas, pizarrones y muchas más necesidades.
Es decir, alumnos y alumnas no tuvieron la oportunidad -una vez más- de regresar a un espacio digno para estudiar. Fueron más de 40 mil millones de pesos en 2021 para LAEEN y nadie sabe en que se gastaron ese dinero, ya que se dio directamente a los padres de familia designados en cada escuela como tesorero y presidente del comité de participación y solo ellos saben cómo se ejecutó.
El gasto ha sido opaco y poco transparente, nadie conoce cuantas escuelas han sido reconstruidas, incluso lo único que sabemos es que en algunos centros educativos han preferido construir una cancha de fútbol antes que arreglar la red hidráulica que les dote de agua para baños a las escuelas.
Si bien esta decisión, golpeó la educación y alimentación de 3.6 millones de niñas, niños y adolescentes , también implica una regresión gravísima e inconstitucional en el ejercicio de los derechos de la infancia.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) alzó la voz e hizo un llamado a la SEP y autoridades a corregir esta regresividad que amplía la violación a los derechos que ya están sufriendo niños, niñas y adolescentes en la actualidad y que a su vez afecta a las familias, especialmente a las mujeres.
De esta forma, todas estas violaciones contra la infancia en México son parte de una estrategia de moches a raja tabla, que la secretaria de Educación Pública conoce muy bien y sólo privilegia intereses personales y partidistas por encima de las nuevas generaciones y sus derechos que han sido lastimados por mucho, en medio de esta pandemia y politiquerías.
Finalmente comentarles que al cierre de esta columna diputados de Morena revelaron a esta columna que su coordinador Ignacio Mier, ya tomó cartas en el asunto para impedir a toda costa que Delfina Gómez, la ex alcaldesa de los moches en Texcoco, no comparezca ante la cámara de diputados.
Sofía García
@SofiGarciaMX
MAAZ