UMBRAL

¿Misión cumplida?

Cuando se termine en realidad, el AIFA será un aeropuerto regional al Valle de México que servirá a los municipios del norte de la zona conurbada

OPINIÓN

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Jorge Andrés Castañeda / Umbral / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El presidente de la República inauguro el lunes su aeropuerto. Como todos hemos podido observar, es una obra que no está concluida. Faltan las vías de acceso para poder llegar y componentes clave como la terminal de carga. Aunque en efecto es una hazaña construir lo que se construyó en 29 meses, estamos muy lejos de poder resolver el problema que se intentaba resolver en un inicio.

De acuerdo con el Ejercito, el AIFA en 2022 trasladará a 2.4 millones de pasajeros y para 2023 la meta es de 5 millones de pasajeros al año. Para poner esto en perspectiva, en 2019 -datos prepandémicos – el aeropuerto de Culiacán tuvo un tráfico de 2.5 millones de pasajeros y el aeropuerto de Puerto Vallarta de 5 millones. Este y el próximo año, el AIFA tendrá un tráfico similar al de aeropuertos medianos en México y estará lejos de los aeropuertos grandes del país como Cancún (25 millones), Guadalajara (15), Monterrey (11) y ni que decir del AICM con 50 millones.

Agregar -cuando se termine en realidad- un aeropuerto regional al Valle de México que sirva a los municipios del norte de la zona conurbada y a ciudades como Pachuca sobre todo enfocado a una oferta de bajo costo para vuelos nacionales no es en sí una mala idea. El problema es lo que nos costo.

Aunque en la inauguración se dijo que el costo del AIFA fue de 75 mil millones de pesos, los datos presupuestales muestran que acabo costando 116 mil millones de pesos. Si a esto sumamos los 4,200 millones de dólares –85 mil millones de pesos – que aún se deben de los bonos de Texcoco y que se paga con el aumento de la TUA en el Benito Juárez, acabamos en alrededor de 200 mil millones de pesos o 10 mil millones de dólares. Los 20 mil millones de dólares que iba a terminar costando Texcoco eran un despropósito, es cierto, pero pagar 10 mil millones por un aeropuerto regional mediano también parece un poco fuera de lugar.

Hacia delante, ojalá un día el AIFA sí cumpla si sea un aeropuerto funcional y ayude con la congestión en el AICM. Para que esto pase, el AIFA requiere de dos componentes críticos. El primero y obvio es terminar los accesos para el tráfico de pasajeros. Tanto el tren suburbano como las vías de acceso son urgentes para que los tiempos de traslado sean razonables y esta sea por lo menos una opción logísticamente viable para el grueso de la demanda potencial que habita en la CDMX o en los municipios del norponiente del Edomex. Al mismo tiempo, y no menos importante, es fundamental terminar la infraestructura de carga. Para esto los accesos como la terminal -que hoy no presenta un avance sustancial- tienen que estar terminados. Trasladar las operaciones meramente de carga al AIFA sí tendría un impacto inmediato sobre la congestión del AICM, ojalá se pueda hacer lo antes posible.

Este es el aeropuerto nuevo que tenemos y vamos a tener. Aunque algunos insistan, el NAIM de Texcoco se fue para siempre. Se tendría que estar totalmente loco para cerrar un aeropuerto en construcción y hacer uno nuevo.

POR JORGE A. CASTAÑEDA

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