COLUMNA INVITADA

Nuevo Aeropuerto

En medio de un diálogo de sordos estamos los usuarios, las empresas y el personal de tierra y aire

OPINIÓN

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Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

No hay plazo que no se cumpla. El lunes 21 de marzo, en la conmemoración del natalicio de Benito Juárez, personaje histórico preferido del Presidente AMLO, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) iniciará operaciones. Obra pública en el epicentro de las turbulencias políticas por lo que resta del sexenio. La oposición criticará todos y cada uno de los aspectos del aeropuerto. No importa si se trata de una falla real, de un ajuste corregible en el corto plazo o si funciona adecuadamente, la estrategia está trazada y definida. En el otro lado de la moneda, el gobierno y Presidente negarán, minimizarán o descalificarán cualquier crítica.

Estaremos inmersos en la polémica entre lo que pudo ser el aeropuerto de Texcoco y lo que será el Felipe Ángeles. En medio de un diálogo de sordos estamos los usuarios, las empresas y el personal de tierra y aire.  En una ocasión me dijeron que un país es tan desarrollado como son sus servicios aéreos. Cuando pude viajar en avión comprobé que quien me lo dijo tenía buena parte de razón. Los aeropuertos son los puntos de contacto de un país con el extranjero. 

Unas líneas nostálgicas. En noviembre de 1911 se inauguró el Aeródromo sobre los antiguos llanos de Balbuena. En 1910, el capitán Alberto Braniff realizó el primer vuelo sobre la CDMX. En 1928, en el oriente de la ciudad, la construcción de la terminal para la aviación civil inició a paso lento. El 19 de noviembre de 1952, el presidente Miguel Alemán Valdés inauguró el aeropuerto Internacional de la CDMX. El 24 de noviembre de 2006, el aeropuerto cambió de denominación a Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la CDMX.

Existen más dudas que certezas a despejarse en los próximos meses o incluso, años. La primera y la más importante ¿el AIFA satisface o no, los requerimientos de seguridad para el despegue y aterrizaje de aeronaves?, Las aerolíneas, particularmente, las internacionales ¿trasladarán o no  la mayoría de sus operaciones al Felipe Ángeles? ¿Cuánto será el tiempo de traslado de las zonas neurálgicas de la CDMX en horas pico? ¿Los costos de los vuelos serán los mismos que en el Benito Juárez? ¿Las vialidades, en estos momentos en construcción, serán suficientes para un traslado eficiente?

Si bien, en lo que resta de esta administración, a capa y espada, cueste lo que cueste se mantendrá el funcionamiento del nuevo aeropuerto, el siguiente sexenio, incluso si es de Morena, quién sabe. Si en 2024, gana otro partido o bloque político seguro que no.

México merece un aeropuerto funcional y moderno. Los mexicanos necesitamos mejores servicios aéreos. ¿El AIFA será la solución? A partir de mañana comenzarán a despejarse las incógnitas. Por lo pronto, tendremos un nuevo aeropuerto y AMLO cumplió lo dicho. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.  

POR ONEL ORTIZ FRAGOSO
ANALISTA POLÍTICO Y ASESOR PARLAMENTARIO
@ONELORTIZ

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