DESDE AFUERA

La problemática imagen externa

El hecho real es que México no es una isla, y sus pérdidas por reputación de aliados, oportunidades o inversiones no son fáciles de reparar

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las últimas semanas han sido un continuo problema para la imagen y la política exterior de México, debido en gran parte al debate en torno a las posturas asumidas por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las formas y el estilo han llevado a roces o choques abiertos con España y, como consecuencia, la Unión Europea, amén de frentes abiertos también con Panamá, Austria y Estados Unidos. 

Los temas han ido de las formas y el fondo de la Reforma Energética, en especial la eléctrica, a la reacción ante una designación cortés y calladamente rechazada; de la pública expresión de irritación por el incumplimiento de una demanda, que desde un punto de vista cultural no es irracional, pero desde el de conservación es casi la destrucción del Penacho de Moctezuma, objeto en cuestión, a exigencias culturales y de política económica centradas en un país que, al mismo tiempo, es clave para otras negociaciones.

Y todo esto desplegado de forma pública, con expresiones de irritación personal del jefe de Estado que sin duda tienen o deberían tener a su secretario –y repitamos, secretario, que no ministro– de Relaciones Exteriores en un permanente trabajo de reparación de daños o suavización de impactos.

Después de todo, esta nación ya tuvo su antecedente de "lo que el Presidente quiso decir...".

Y si esas consideraciones, que son debidamente observadas, anotadas y reportadas por las embajadas de todos los países con los que tenemos algo que ver, se añaden a antecedentes como la ruptura de contratos firmados por gobiernos anteriores, más las condiciones de violencia, narcotráfico y delincuencia organizada, incremento de la pobreza y el brutal debate político que se desarrolla en México, el panorama es desalentador.

En uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas el Presidente está enfrascado en una permanente campaña contra medios que lo critican o no están de acuerdo con él, y se centró últimamente sobre todo en uno. 

Más allá de razones, por puro principio, y de entrada eso tiene un pésimo eco en la mayoría de las redacciones de medios del mundo.

Criticó a la canciller de Panamá, Erika Mouynes, como "inquisitorial", tras expresar su rechazo a recibir como embajador a un académico señalado como presunto hostigador sexual. En la era de #MeToo, las feministas del mundo no perdonan, ni olvidan.

Y eso, sin contar formulaciones que como la Reforma Eléctrica tienen un impacto directo sobre intereses de otras naciones, más allá de Estados Unidos, el directamente envuelto en negociaciones en torno a los cambios propuestos para la industria energética en general, y la eléctrica en particular.

El hecho real es que nuestro país no es una isla, y sus pérdidas por imagen o por reputación, ya sea de aliados, oportunidades o inversiones, no son fáciles de reparar o de recuperar.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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