El parlamento abierto de la Reforma Eléctrica está cumpliendo con uno de sus principales propósitos, informar con datos duros a la ciudadanía sobre el estado del sector eléctrico, acabando con estigmas y mitos; como sucedió en el Foro 17 sobre energías limpias y medio ambiente.
El compromiso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con el medio ambiente se constata con la evolución de la energía limpia en México: en 2019, 2020, 2021 aumentaron 25, 33 y 38 por ciento, respectivamente; mientras que las privadas para el mismo periodo registraron 16,18 y 20 por ciento; y, aun así, la CFE ha desembolsado alrededor de seis mil millones de pesos en Certificados de Energía Limpia.
Del total de energía limpia inyectada a la Red Nacional de Transmisión, 55 por ciento proviene de CFE y 45 por ciento de los privados; en cuanto a emisiones de dióxido de carbono (CO2) 44 por ciento corresponde a CFE y 56 por ciento a los privados.
Los panelistas del Foro 17 coincidieron sobre la urgencia y complejidad del cambio climático. En este contexto Sandra Bucio, directora de Análisis Económico y Demanda de la CFE, expuso cómo están diversificando su matriz energética y las acciones para cumplir con los compromisos ambientales internacionales.
Actualmente, la CFE tiene una capacidad instalada de 43 mil megawatts (MW), 66 por ciento de energía fósil y 34 por ciento de energía limpia; la generación con combustóleo representa 6.2 por ciento de su capacidad total, que no llega a 3 por ciento del total del Sistema Eléctrico Nacional, la cual se usa como reserva.
La capacidad de generación de la CFE ha transitado a tecnologías de ciclo combinado e hidroeléctricas, disminuyendo las centrales térmicas convencionales en 1,875 MW; y agregando centrales de energía limpias, como la fotovoltaica y eólica, desarrollando las baterías.
En este momento, la CFE está licitando 7,745 MW de centrales de ciclo combinado, para 2024 adicionará 750 MW de energías limpias, y con el proyecto fotovoltaico de Puerto Peñasco, en 2028 agregará 1,000 MW; además, tiene un proyecto de hidrógeno verde y se tiene previsto un crecimiento exponencial de la generación distribuida.
El compromiso del Estado mexicano con las energías limpias y la lucha contra el cambio climático es claro, y ha sido ratificado y fortalecido al elevar la transición energética a rango constitucional; tal como lo expresó Raúl Talán Ramírez: la transición energética deja de ser un apéndice de la reforma al adoptar sus propios objetivos y tomar su propia ruta, para que la sociedad esté en condiciones de llevar a cabo un cambio significativo en su sistema de generación, buscando ventajas energéticas y ambientales; y por supuesto, donde la población no tenga que enfrentar el dilema entre comer o pagar el consumo eléctrico.
POR MANUEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
DIPUTADO FEDERAL Y PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ENERGÍA
@MANUEL_RDGN
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