Hace un año, escribí en estas páginas sobre la tragedia climática en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se celebró en Glasgow, Escocia. Se hicieron múltiples compromisos, sobre todo en relación con el control, posterior reducción a cero emisiones de carbono y la transición de combustibles fósiles a energías limpias.
A un año de distancia vale la pena preguntar si ha habido cambios en positivo, cumplimiento de la COP 26 y la aplicación de las medidas acordadas por parte de los países participantes. El panorama resulta deprimente, decepcionante y para ello basta una cifra demoledora que refleja la nula importancia que los países le dan al cambio climático: de 194 Estados que forman parte del Protocolo de Kyoto y del Acuerdo de París, sólo 24 países hicieron e informaron ajustes. ¡Sólo un 4.5% del total mundial!
El World Resources Institute rindió un informe el pasado octubre en el que destaca los –nulos– resultados de la Conferencia de Glasgow. Y destacan varios factores: Dos de los principales países emisores de contaminantes, que son economías líderes y potencias en más de un sentido –China y Estados Unidos– no hicieron ningún ajuste, pese a producir el 40% de emisiones mundiales totales de carbono. Por otro lado, aunque se han subsidiado a las energías renovables, los apoyos a las industrias energéticas fósiles se duplicaron de 2021 a la fecha, de acuerdo con el informe citado.
El mismo documento destaca que, del G20 México es el único país que no ha fijado un objetivo real y concreto sobre la reducción a cero de emisiones.
Es claro que la guerra en Ucrania, y la presión energética que hace Rusia con el gas para el próximo invierno europeo, han determinado que toda la región afiance sus prioridades de calefacción mediante el uso de combustibles fósiles, incluso con el decimonónico potenciador industrial del carbón. Pero si en 2021 se pretextó la pandemia, este año “se justifica” el incumplimiento por la guerra eslava.
En el desarrollo de la COP 27 en este mes de noviembre celebrado en Egipto, se generó una especie de bloque de países en vías de desarrollo que exigen una rendición de cuentas a los del hemisferio sur en torno al calentamiento global y el cambio climático. Así se han manifestado destacadamente Kenia, Paquistán y Barbados, sea por el incremento preocupante de los niveles de sequía o el aumento en los aspectos destructores de los huracanes.
Si se observan las primeras planas de los principales medios periodísticos en nuestro país, con excepción de El Heraldo de México, poco o nada se destaca la importancia del tema, lo cual es igualmente lamentable. El tiempo se desperdicia en banalidades y el problema ya se ha enquistado en el mundo, silencioso y discreto, pero imparable y cada vez menos irresoluto ¿Qué mundo dejaremos a los que nos reemplacen?
POR JUAN LUIS GONZÁLEZ ALCÁNTARA
MINISTRO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
MBL
