Lo mejor de la noche fue que no perdieron, que, estupendamente bien, Guillermo Ochoa le ataja un penalti a Robert Lewandowski que pudo hundir a un equipo mexicano que, aunque mejora, mucho se debe a las carencias del rival.
También existieron carencias mexicanas, errores puntuales en la zona baja, un medio campo con Héctor Herrera alentándolo y sin creación correcta en la zona de definición.
Empate que sabe a poco, a muy poco. Debilidad del rival, de media fuerza europea, muy lejano a equipos de elite de un continente que suele mostrar fuerza futbolística a montones, aunque ni Polonia, ni Gales —hasta el momento— se pueden considerar como equipos que le vayan hacer daño a los grandes.
Gerardo Martino apostaba por la experiencia, que en la Copa del Mundo jugaran en el primer partido, como titulares, futbolistas de renombre, de trayectoria.
No fue así. Más de medio equipo debutó en un Mundial: Jorge Sánchez, Luis Chávez, Alexis Vega, César Montes y Henry Martín como titulares y en los cambios Carlos Rodríguez, Uriel Antuna.
Se dio el cambio generacional sin querer, sin avisarlo ni pensarlo.
El Tata Martino sumó su sexto partido en una Copa del Mundo, como entrenador, y sólo ha ganado una vez; fue contra Chile, en Sudáfrica 2010.Todos los demás: cuatro empates y una derrota.
No es un buen resultado empatar contra esta pobreza polaca, y menos con el drama de Argentina, porque antes de todo esto se dio el ridículo monumental de la Copa del Mundo.
La Albiceleste: petulante, engreídos, con un gol a favor minimizó al rival, nada más erróneo que darse como victoriosos ante los árabes, equipo con mucho sentido, bien dirigido y estupendamente bien preparado físicamente.
Bastó que los saudíes se dieran cuenta de esto y arremetieron contra el adversario; pocas llegadas, pero efectivas, disputando cada uno de los balones como si fuera el último que jugarían en su carrera. Un ejemplo de humildad y solidaridad en el campo.
Detractores de Guillermo Ochoa deben estar con la cabeza escondida como avestruz. Memo ha sido la figura mexicana en los mundiales de Brasil 2014, Rusia 2018 y lo que hizo ayer fue magnifico, fuera de serie. No hay mejor portero en la historia del futbol mexicano que él, merecimiento de cumplir cinco mundiales con la selección.
Merecido triunfo árabe que lleva a Argentina al límite, a ganar o morir contra México. La gran oportunidad de Martino de eliminar a su país, eso sería lo único que legitimaría a un entrenador que se le contrató para llegar al quinto partido, ése tan lejano ahora, pero que con un resultado así, derrotando a su nación natal, le daría un enorme cartel, ese perdido por tanto tiempo; es más, sería un golpe de credibilidad a la honestidad en el futbol, que un entrenador oriundo de un país, deje fuera a su propia selección.
POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@gvlo2008
MAAZ