¿Cuántas personas acudieron a la marcha en defensa del INE? No importa, eso es lo de menos. La marcha fue un éxito rotundo, tuvo una convocatoria pocas veces vista. Pero de nada servirá si se aprueba la Reforma Electoral en los términos que ordenó Andrés Manuel López Obrador.
Hoy, la democracia mexicana está en peligro. Esa misma democracia que terminó la hegemonía priista en el 2000. La misma que democracia que permitió a López Obrador ser Jefe de Gobierno del Distrito Federal cuando no cumplía con el requisito de residencia y que, años después, lo llevó a la Presidencia de la República; la misma que le permitió dominar el Congreso de la Unión y con la que Morena, su partido, ganó 20 gubernaturas.
Pero López Obrador está enojado, muy enojado y desde hace mucho tiempo. Desde que perdió la elección presidencial en 2006, lo que él califica como un robo que nunca ha probado. Es el mismo INE y el mismo tribunal electoral que hoy quiere transformar y controlar.
Quienes lo conocen de toda la vida, aseguran que Andrés Manuel López Obrador ya no es el mismo, que ya no lo conocen, que el poder lo transformó. El presidente se ufana de no ser un hombre de odios ni rencores, pero sus dichos y hechos lo desmienten. Gobierna desde el rencor desde el primer día y menosprecia a quien piensa distinto y no se subordina a él. Nadie como él ha sacado provecho electoral de las diferencias sociales; los desprecia, pero él es el primer clasista del país.
¿Qué sigue? Depende. Si la marcha logra impedir la reforma como la propone AMLO, arreciará la guerra contra los órganos electorales. La narrativa será que están sentadas las bases para un fraude electoral e impedir que gane Morena para continuar con la Cuarta Transformación. La estrategia podría ser radicalizar a los mexicanos para defender la verdadera democracia que representa la 4T. En ese escenario, si gana Morena la elección presidencial, sería un triunfo heroico del pueblo de México. Si pierde, será producto del fraude electoral ordenado y financiado por los corruptos neoliberales.
Afortunadamente, la marcha transcurrió en paz en todo el país. Soló discusiones poco acaloradas que no llegaron a más. Privó la cordura y la civilidad en los manifestantes. Las diferencias continuarán y probablemente suban de intensidad. Tanto en los seguidores como en los detractores de López Obrador hay chispazos de odio. ¡Qué peligroso!
Los hashtags y tendencias dura ante la marcha lo dibujaron claramente. #LaMarchaDelOdio o #LaMarchaDeLosPendejos fueron tendencia. Error de algunos manifestantes fue definir la marcha como un regalo de cumpleaños para López Obrador.
BON APPÉTIT
En Jalisco, la violencia está incontenible. LOs feminicidios han aumentado en 121 por ciento y al gobernador Enrique Alfaro poco le importa. ¿Así cree que será candidato presidencial?
POR ALEJANDRO CACHO
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MBL