En un principio, el grupo parlamentario del PRI se dividió frente a la minuta que llegó de la Cámara de Diputados para extender la permanencia del Ejército en labores de seguridad pública hasta 2028, reconoce el senador Jorge Carlos Ramírez Marín.
“Las posturas se radicalizaron y se cerraron”, apunta el yucateco.
Abonó a ello, no sólo la iniciativa misma —que “lo único que hace es extender graciosamente el plazo y, como una especie de consolación poco útil, dice que se mande al secretariado ejecutivo informes cada año”—, también la propia confrontación que existe dentro del partido, entre diputados y senadores, a favor o en contra de su dirigente nacional Alejandro Moreno.
“Es una pena, hay que superar eso. Hay que hacer un esfuerzo, no para sacar a Alito o para dejar a Alito, hay que hacer un esfuerzo para poner las cosas importantes primero y encontrar una vía en la que se reúnan y vayan discutiendo sus diferencias y lleguen a algún acuerdo, pero fuera de lo legislativo.
“Francamente, es sumamente peligroso para el partido, si cada minuta, si cada iniciativa, nos va a confrontar”, advierte Ramírez Marín.
A pesar de lo anterior, el panorama ha mejorado en la bancada del tricolor respecto a una nueva propuesta para reformar el quinto transitorio constitucional de la Ley de la Guardia Nacional: “Nos hemos reunido después y estamos, entiendo yo, en el ánimo de construir”, dice el senador.
La posibilidad de que esta nueva reforma rompa la alianza opositora y el bloque de contención en el Senado, es algo que el legislador yucateco mira de otra manera:
Yo, sinceramente, encuentro más valioso que hallemos una nueva estrategia de seguridad y una manera de ser nosotros, quienes la conduzcamos, que estar cuidando ‘no vayamos a decir que sí, porque se va a molestar Movimiento Ciudadano; o no vayamos a decir no, porque se vaya a molestar el PRD’.
Aquí debemos hacer a un lado estos arreglos partidistas para centrarnos en el tema de la seguridad, porque es demasiado franca la oportunidad de hacer algo diferente. Y no diría que un voto diferenciado tiene que romper a fuerzas las alianzas o romper al bloque opositor.
Creo que hay que abandonar la trinchera, porque de lo que se trata aquí es demasiado importante como para que sólo estemos en la trinchera.
En torno al tema de la militarización, el senador cuenta que ha hablado algunas veces con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y con el presidente del PRI:
“Hay que considerar que, eventualmente, esta modificación regresará a la Cámara de Diputados. Es muy importante que los diputados del PRI estén conscientes de que no es un esfuerzo para molestarlos o una venganza, sino que se trata de circunstancias políticas.
“Y con el secretario de Gobernación, pues sí, para decir: ‘Oiga hacia aquí queremos dirigir nuestros esfuerzos y nos parece a nosotros que debiéramos tener el apoyo y la seguridad de que va haber recepción y apertura’. Y la verdad, es que he sentido una apertura...”.
Ramírez Marín fue uno de los primeros senadores en impulsar una nueva propuesta al quinto transitorio, pero luego de la comparecencia del titular de Bucareli, Ricardo Monreal, coordinador de los morenos y presidente de la Jucopo, tomó la batuta en las negociaciones a nivel de los coordinadores de los partidos.
A ese carro se incorporó el senador Miguel Ángel Osorio Chong, eludiendo así la enésima intentona de Alito de quitarlo como coordinador del grupo parlamentario del PRI y poner en su lugar a Manuel Añorve.
Y por lo que hace al yucateco, sonríe y se encoge de hombros: “No voy a pelear por ninguna firma de autor en la iniciativa”
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POR MARTHA ANAYA
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