Tres en raya

Nuria Fernández a cargo del DIF, otra improvisación

‘El movimiento se demuestra andando’ reza el refrán. Pues bien, más allá de las cuotas de género que no se traducen en gestión sustantiva por parte de las funcionarias de gobierno

Nuria Fernández a cargo del DIF, otra improvisación
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

‘El movimiento se demuestra andando’ reza el refrán. Pues bien, más allá de las cuotas de género que no se traducen en gestión sustantiva por parte de las funcionarias de gobierno y del discurso #ConLosNiñosNo, el nombramiento anunciado hace dos días muestra la nula importancia que tienen los niños y las mujeres para este régimen.

Ser ‘bailaora’ de flamenco, hacer preguntas a modo en las mañaneras, haber sido pareja del subcomandante Marcos (no lo digo yo, lo dijo ella) o haber participado hace unos años con una carta en el movimiento #MeToo, no la convierten en persona capaz para cumplir con la altísima responsabilidad conferida a quien tiene el deber de velar por la asistencia social en todo el país.

Y así, me pregunto: ¿qué sabe Nuria Fernández de la defensoría de la niñez o del sistema público de asistencia a la familia? ¿Tan poco importan la responsabilidad y el impacto de esta institución en miles de familias cuyo único apoyo es, muchas veces, precisamente el DIF?

Su nombramiento como directora del DIF es absolutamente ofensivo. Pareciera que López Obrador ha lanzado un concurso del agravio y que tiene toda la intención de ganarlo. En cuestión de minutos, defendió al criminal López-Gatell y nombró a Fernández.

Es insultante también para todos los lopezobradoristas y miembros de la Cuarta Transformación. ¿No hay entre ellos personas con la capacidad y conocimientos para ocupar la dirección del DIF? ¿Es necesario hacer preguntas bobaliconas y a modo en las mañaneras para ser premiados con un consulado en Turquía o con la dirección del DIF? El 90% de honestidad y 10% de capacidad tampoco aplica aquí. Se trastoca en un 90% de lambisconería y un 10% de flamenco.

Estoy convencida de que mismo dentro de la 4T (gestos de asombro de mis lectores) hay muchas personas que tienen la capacidad, el conocimiento y la experiencia en el trabajo de la asistencia social para desempeñar ese cargo. Quienes no solo tienen “un buen corazón” como señaló el tabasqueño acerca de ‘Nury’, sino además las aptitudes necesarias para atender de forma integral las necesidades de los ciudadanos olvidados.

La justificación de su nombramiento, dicho por López Obrador es que Nuria es “puro corazón y es una mujer buena, una mujer de buenos sentimientos, de convicción, honesta”. No señor, con todo respeto le digo que se requiere de conocimiento y del diseño y puesta en marcha de políticas públicas efectivas para asistir a los niños más necesitados y vulnerados de nuestra patria.

La primera tarea encomendada a Nuria por parte de Presidencia es explicar cómo están los albergues de menores, así como aquello del asunto del bebé con discapacidad “adoptado” durante un fin de semana por el matrimonio Mariana Rodríguez y Samuel García. Le adelanto: falta TODO en los albergues, empezando por dinero para mantener de manera digna a los infantes ahí confinados. El compromiso de muchos de los servidores públicos que laboran en el DIF ayuda a que el abandono institucional no sea absoluto, pero no es suficiente. Por cuanto a lo segundo, la pareja violó la ley y perjudicó a un infante en aras de generar propaganda política que los favoreciera a ellos y a sus intereses políticos.

El nombramiento de Nuria Fernández es una improvisación, otra más, cuyos costos pagarán muchas generaciones en este país.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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