DESDE AFUERA

Rusia demanda atención a necesidades

Putin mantiene una continua presión sobre Europa Occidental, a partir de sus exportaciones de materias primas y energéticos, que son de importancia crítica

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La movilización militar rusa en las fronteras de Ucrania es una advertencia a los políticos de ese país, que su realidad los obliga a tomar en cuenta los intereses de Moscú en sus decisiones y su política interna.

Es un método un tanto crudo, medieval incluso, y sin duda, un argumento contra cualquier ilusión que se hagan aquellos que vean en la Federación Rusa un contrapeso ético a las acciones de otras potencias. Eso sí: político, militar o económico en su entorno, más allá, dudoso. 

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Pero el tema que preocupa al presidente Vladimir Putin es hacer sentir que la Federación Rusa es nuevamente un jugador importante en la escena internacional y que tiene intereses que defender en su entorno geopolítico, sobre todo, en las antiguas repúblicas soviéticas que formaban un cinturón de seguridad para Moscú.

Putin ha mantenido una continua presión sobre Europa Occidental, a partir de sus exportaciones de materias primas y en particular energéticos, como el gas natural, que es de importancia  crítica para los europeos.  

El actual mandatario ruso resiente en especial el crecimiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a costillas de lo que fue el Pacto de Varsovia, el acuerdo que vinculaba militarmente a las naciones aliadas de la Unión Soviética durante la Guerra Fría, y de paso hoy, incluye a algunas de las que por fuerza fueron parte integral de la URSS.

Las naciones que hoy conforman el mosaico eurasiático fueron parte integral de la Rusia zarista y de la URSS, y por tanto, tienen una enorme importancia para Moscú, que evidentemente quiere asegurarse que aunque son independientes, tengan intereses y gobiernos cercanos a los rusos.

Y podría decirse que esperan lograrlo, por las buenas o por las malas.

En ese marco, la presencia militar rusa en las fronteras ucranianas es una forma de presionar para que ese gobierno no se acerque a la OTAN, fue al menos una intención declarada, y sin duda una advertencia para que Kiev adopte políticas más agradables para su anterior aliado. 

La intervención militar rusa en una "fuerza de paz" para resolver un reciente conflicto político en Tayikistán ayudó a asegurar un gobierno pro-ruso; la presencia de tropas rusas en Azerbaiyán para garantizar un acuerdo de paz con Armenia alrededor del disputado enclave de Nagorno-Karabaj refrendó el año pasado el papel de Rusia en la región; y el poco disfrazado apoyo a minorías étnicas para lograr la separación de Crimea de Ucrania hace ocho años, son una señal del interés de Moscú en mantener su presencia en una zona que se extiende de los Montes Urales al Asia central y alrededor del Mar Caspio.

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Es difícil augurar lo que hará Rusia, pero desea recuperar prestigio e influencia en el mundo, así como hacer sentir su fuerza y adelantar sus intereses y poder en su entorno. En resumen, un imperialismo como cualquier otro, con el agregado negativo de sus tradiciones autocráticas.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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