ALHAJERO

Sánchez Cordero, triste retorno

Lo cierto es que miraban a la exsecretaria de Gobernación como a una intrusa, como a una “empleada” del Presidente de la República

OPINIÓN

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Martha Anaya / Alhajero / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Por el rabillo del ojo, los senadores enviaban mensajes a Olga Sánchez Cordero.

La exministra aún no era electa presidenta de la Mesa Directiva del Senado, pero aguardaba en su escaño el momento. Atestiguaba en el salón de sesiones la despedida que legisladores de todas las bancadas otorgaban a su correligionario Eduardo Ramírez Aguilar.

Y ahí estaba el punto precisamente: en el contraste, en el mensaje subliminal que enviaban distintos legisladores a la exsecretaria de Gobernación, a través de los elogios al chiapaneco. Razones había para aquellos reconocimientos a Ramírez: “Reconozco su capacidad de diálogo, su capacidad de tolerancia y de respeto… Ojalá eso se reproduzca más”; “Eres un político profesional. Hacen falta voces, principalmente en el partido en el gobierno, que tengan claridad, que sepan escuchar y lograr consensos”; “Tienes visión de hombre de Estado: incluyente, tolerante, de diálogo y acuerdo”.

Buena parte de los senadores –morenos incluidos– resentían las formas del retorno de Sánchez Cordero: por imposición, abierta y evidente, del Presidente de la República y pasando por encima de cuatro senadoras morenistas que luchaban por la Mesa Directiva. Atropello que desfiguraba el discurso feminista de la abogada.

Lo cierto es que miraban a la exsecretaria de Gobernación como a una intrusa, como a una “empleada” del Presidente.

Tan sólo la imagen de la víspera, en la plenaria, había sido la de doña Olga como funcionaria del gobierno federal pidiéndoles “defender con firmeza” la pregunta en la Ley de Revocación de Mandato para que ésta fuera de ratificación del mandato del presidente López Obrador y no de revocación (como dice la Constitución).

Encontronazo pues, para iniciar el periodo, con toda la oposición. Y hasta con el propio Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena y presidente de la Jucopo, quien ayer volvió a plantear ante los medios la conveniencia de alcanzar una pregunta más consensuada, para evitar que se judicialice la ley (de revocación de mandato).

Si ya había complicaciones, la exministra vino a azuzar el fuego. Ahora tocará a la senadora Ana Lilia Rivera convencer a los senadores morenistas de modificar la pregunta para que la oposición pueda acompañar la aprobación de la ley reglamentaria en la sesión del próximo jueves.

En cuanto a su despedida de Gobernación, tampoco había mucho que celebrar. Acaso, el haber dejado de ser –como diría Adán Augusto López– la secretaría de la “tenebra”.

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GEMAS: Obsequio de López Obrador en su libro A la mitad del camino: “Me consta que en el terreno político Carlos Slim, Alberto Baillères, Germán Larrea o Ricardo Salinas respetan la investidura presidencial, no se apasionan tanto con lo electoral y aunque no estén de acuerdo con nosotros, actúan con prudencia”.

POR MARTHA ANAYA
MARTHAMERCEDESA@GMAIL.COM
@MARTHAANAYA

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