COLUMNA INVITADA

Revocación de mandato

No se trata de impedir que se haga la legislación complementaria para poder llevar a cabo la consulta de revocación de mandato, el punto es que hay prioridades y los ejercicios de vanidad presidencial no son asunto del Poder Legislativo

OPINIÓN

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Juan Carlos Romero Hicks/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México Créditos: FOTO: Especial

Después de que el presidente López Obrador tuvo un fuerte revés en las elecciones de junio pasadoy que la consulta popular a la que convocó resultó un rotundo fracaso, ahora está obsesionado en llevar a cabo una consulta de revocación de mandato.

Lo dijimos cuando inició la Sexagésima Cuarta Legislatura y lo repetimos hoy que una vez más el presidente López Obrador intentó imponer su agenda: somos el Poder Legislativo, no un querer legislativo. No se trata de impedir que se haga la legislación complementaria para poder llevar a cabo la consulta de revocación de mandato, el punto es que hay prioridades y los ejercicios de vanidad presidencial no son asunto del Poder Legislativo.

La revocación de mandato es una figura de democracia directa que Acción Nacional impulsó desde mediados del siglo pasado como un derecho ciudadano, no como un derecho del presidente de la República, y hay una gran diferencia entre que sean los ciudados o la oposición quienes soliciten la votación o que sea el presidente de la República quien la solicite; en el primer caso es un derecho ciudadano, en el segundo sólo puede ser un ejercicio de vanidad al que se convoca porque se conoce de antemano el resultado. Pasa un poco como con las reformas político-electorales quedeben provenir del consenso de la sociedad y los partidos políticos, no desde el poder.

Debemos dejar la polarización y entender que las elecciones fueron en junio pasado yes momento de dar resultados. Es increíble que el presidente de la República esté centrado en asuntos electorales y de popularidad mientras estamos ante cinco crisis simultáneas: la más profunda es la pérdida de valores y confianza en las instituciones; la crónica que es la pobreza y la desigualdad de una economía que no redistribuye el ingreso y acumula carencias en salud, educación yalimentación, entre otros. La crisis más grave que es la de violencia e inseguridad; la más irritante que se conforma con la mancuerna de corrupción e impunidad, y la crisis de la antidemocracia que cada vez es más presente en el asalto a las instituciones como los órganos constitucionales autónomos, los congresos locales y ayuntamientos.

La revocación de mandato es una figura importante que se debe consolidar como derecho ciudadano y por eso debe discutirse con seriedad como un elemento del régimen democrático, no como parte de un capricho o un ejercicio de vanidad del presidente López Obrador.Acción Nacional, junto con el bloque de contención que se ha formado en el Congreso de la Unión seguiremos pidiendo que se atiendan y se resuelvan las verdaderas urgencias de los mexicanos.

¡No más circo, Morena y teatro!

POR JUAN CARLOS ROMERO HICKS
COORDINADOR DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PAN
@JCROMEROHICKS

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