COLUMNA INVITADA

Sobre las remesas

La semana pasada escribí sobre las dudas que emergen al contrastar los datos de las remesas reportados por Banxico con los del Censo Nacional de Población y de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto de los Hogares

OPINIÓN

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Jorge Andrés Castañeda / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La semana pasada escribí sobre las dudas que emergen al contrastar los datos de las remesas reportados por Banxico con los del Censo Nacional de Población y de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto de los Hogares. El objetivo de esa entrega no era cuestionar la cifra, sino abrir un debate sobre algo que debería ser de interés nacional: los 40 mil millones de dólares que entraron al país. Ante las dudas planteadas ha habido algunas reacciones que proponen explicaciones a las inconsistencias señaladas que vale la pena mencionar.

Una primera explicación vino del Gerente de Estadísticas Económicas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos en el programa La Hora de Opinar donde argumentó que la ENIGH ha subreportado históricamente los ingresos - aunque los datos presentados la semana pasada vienen del Censo.  Como ejemplo, mencionó que la ENIGH solo captura el 30% de los ingresos y el 29% del gasto al contrastarlo con las cuentas nacionales. Ahora, si comparamos la masa total de las remesas reportadas en la ENIGH 2020 contra los datos de Banxico, la encuesta solo capturó el 6.5% de los flujos reportados en los registros administrativos. Habría que entender por qué el subreporte de remesas es tanto más grande que el del resto de los ingresos.

Otra respuesta es que el aumento en el monto de remesas es un reflejo del aumento de la inclusión financiera en México. No es que esos montos son nuevos, sino que antes eran flujos en efectivo que ahora pasan por el sistema bancario. En efecto, entre 2018 y 2019 en número de contratos de cuentas de captación creció 4.1%, una cifra sin duda esperanzadora en muchos sentidos pero que difícilmente explica el crecimiento del 11% de la cifra reportada por Banxico.

Posiblemente una respuesta pasa por la combinación de la definición de Banxico de remesas, la manera como estás son reportadas por las instituciones financieras, y la bancarización.

El ejemplo de Tijuana sirve para ilustrar esta hipótesis. Es el municipio que más recibió remesas en 2019, 481 millones de dólares y de los que más creció: 30% en un año llegando a 626 millones de dólares. Más allá de que pueda haber más migrantes provenientes de Tijuana o los migrantes de ahí hayan mandado un monto superior, es muy posible que flujos que antes se hacían en efectivo - por la vida natural de la frontera- ante el cierre del cruce a personas ahora se hacen a través de medios bancarios. Por la definición que utiliza Banxico, todas las transferencias entre personas físicas, este tipo de transacción sería contabilizada como remesa. Por esta definición tan amplia es que para entender la cifra reportada cada mes tenemos que ir más allá de lo que entendemos como remesa de forma tradicional.

Lo último que buscan estos cuestionamientos frenar u obstaculizar los flujos de dinero, sea cual sea su origen o destino. Pero ante la magnitud de estas cifras es fundamental entenderlas y formular políticas públicas que permitan aprovechar al máximo este caudal de recursos que están entrando a nuestro país.

POR JORGE ANDRÉS CASTAÑEDA
COLABORADOR
@JORGEACAS

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