TRES EN RAYA

Criminal

El Colectivo Cero Desabasto reportó más de cuatro mil 200 problemas de escasez de medicamentos, incluyendo VIH, cáncer, diabetes, hipertensión...

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Subejercicio en el sector Salud, desabasto en medicinas, disminución en el presupuesto de los más importantes institutos de Salud, estar catalogado entre los cinco países que peor han enfrentado la pandemia del COVID. ¿La explicación? La política de salud en nuestro país es criminal.

El Colectivo Cero Desabasto reportó más de 4,200 problemas de escasez de medicamentos (2019 y 2020), incluyendo diversos casos de VIH, cáncer, diabetes, hipertensión, todos donde, desafortunadamente, la interrupción de medicamentos y tratamientos puede ser mortal.

Por la mal llevada austeridad y los equivocados ahorros en el sector —sinónimos de subejercicios, disminución en los presupuestos, embudos en gestión y procesos— se tienen resultados que se miden en un aumento en la tasa de mortalidad y miles de personas que ya no reciben la atención mínima antes brindada. A través del extinto Seguro Popular trastocado hoy en el INSABI, ha empeorado la atención de la salud y disminuido aún más la de por sí precaria distribución de medicinas.

No se sugiere que en sexenios anteriores el sector salud se destacara por su calidad; de hecho, los dos últimos años de la administración de Peña Nieto también sufrió una disminución del presupuesto. Pero lo anterior no significó un desabasto brutal de medicinas como se sufre hoy, y en ningún momento hubo falta de vacunas ni de tamiz neonatal para los pequeños.

Desde 2019, por razones de “ahorro”, la Secretaría de Salud federal suspendió las pruebas de tamiz neonatal en casi todas las entidades federativas, sin que a la fecha se reactiven esas pruebas. Sí, la Cámara de Diputados ya sacó un exhorto a la SSA solicitando vuelva a realizarse, pero no ha servido de nada.

Ello impide conocer de forma inmediata padecimientos metabólicos, auditivos y del corazón de los recién nacidos. El detectar estos a tiempo puede mejorar considerablemente la vida de los pequeños y también —desde el punto de vista económico— disminuir los costos entre tratar un padecimiento en su inicio a cuando este ya se encuentra avanzado.

La insidia de la Secretaría de Salud, y de la administración federal en general, continúa cuando presumen de que ya se ha restablecido el abasto de medicinas por vía de UNOPS-INSABI. Si se estudian las cifras se comprueba que únicamente han sido comprados y distribuidos para este 2021 el 3.8% de los medicamentos necesarios para todo el sistema nacional de salud pública.

De ahí la urgencia de la circular del 26 de febrero pasado por parte del coordinador de abasto del INSABI, avisando a los hospitales del sistema: “¡compren medicinas como puedan y donde las encuentren! Poco importa que después les pidieran que pusieran en pausa dichas compras. Resultado: un sinnúmero de medicinas, materiales, equipo y tratamientos siguen sin llegar.

Van casi tres años de gobierno de la Cuarta Transformación, casi tres años donde se ha culpado a los laboratorios y farmacéuticas nacionales del desabasto. La primera vez cuando se trasladó la compra centralizada a la Oficialía Mayor de Hacienda y no se lograron los mejores precios, ni la compra del total requerido.

En el 2020 se devolvió la tarea al sector salud y los resultados siguen siendo igual de cuestionables. El problema es directo: afectaciones para los enfermos y que, muchas veces, terminan contabilizándose en muertes.

Así, mientras el neoliberal José Angel Gurría afirma: “las voces de la austeridad siempre están ahí. Lo que hay que hacer es escuchar respetuosamente y decidir sobre el ‘timing’. Y ahora estamos con la pandemia encima y la economía aún necesita de los estímulos”, en México el gobierno de izquierda —pero conservador—, prefiere ser testigo de la muerte y deterioro en calidad de vida de los ciudadanos —alias,  sus “mascotas”— por negarles de forma tajante un mejor servicio en el sector salud, el cual es un derecho consagrado en nuestra Constitución.

Sabemos que las autoridades federales en turno, decididamente el presidente López Obrador, siempre tendrán otros datos y que, para mayor conveniencia, podrán culpar a la pandemia o que la India —nuestro nuevo gran abastecedor de medicamentos— no puede proveer muchos de estos. Pretextos habrá, mas lo único cierto es que ya sea por desidia o falsa austeridad, muchos mexicanos —muchos más que antes— enfrentan un calvario médico.

Ello no es cualquier cosa: hablamos de la salud y la vida de las personas. Y cuando todo indica que eso no les importa, solo puede decirse una cosa: hay criminalidad.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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