La no implementación de la reforma laboral en México y su tortuoso avance derivó ya en una guerra legal entre México y Estados Unidos, en la que es pieza clave Arturo Alcalde Justiniani, abogado laboralista, padre de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, y esposo de Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de Morena.
El afán de la 4T por acabar con el viejo sindicalismo e incrustar a uno igual de viejo, pero afín a sus intereses, ha provocado numerosos traspiés, entre ellos el ocurrido en la planta de General Motors (GM) de Silao, Guanajuato, en la que grupos afines al señor Alcalde reventaron el pasado 21 de abril la votación para legitimar el contrato colectivo de 6 mil 500 trabajadores.
Este hecho fue lo que dio origen, el miércoles pasado, al primer reclamo formal del gobierno de Estados Unidos contra México, por negar a los trabajadores de GM el derecho de asociación libre y negociación colectiva.
Katherine Tai, representante comercial, presentó la queja formal en lo que se conoce como el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, a 10 meses de la entrada en vigor del T-MEC. Y advierte que hay evidencias de graves violaciones a los derechos de los trabajadores.
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El presidente López Obrador dio la razón a EU y dijo ayer que, efectivamente, el problema derivó de un conflicto sindical, algo muy parecido a la versión oficial después de la zacapela de abril en GM.
En su momento, la Secretaría del Trabajo informó que trabajadores afiliados a la CTM fueron los que evitaron legitimar el contrato en la planta de Silao y ordenó reponer el proceso.
Lo que no dice la autoridad son varias cosas:
1.- Que con el pretexto de vigilar la votación abierta de los trabajadores la Secretaría envío a Silao a un ejército de funcionarios, para presionar, como no lo había hecho con otras empresas o legitimaciones.
2.- Que autorizó observadores externos, entre ellos a Patricia Juan Pineda, asesora del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), organización de la cual es líder moral Arturo Alcalde y cuyo fundador era un amigo suyo, Alfredo Domínguez, padre del actual director del Centro de Conciliación y Registro Laboral, Alfredo Domínguez Marrufo, encargado de legitimar los contratos colectivos del país.
3.- Que quien interpuso el recurso de inconformidad por la NO legitimación en GM fue precisamente Patricia Juan, alguien “completamente” ajeno a los trabajadores y a la empresa.
4.- Tampoco nadie reconoce que la CTM trabaja de la mano de la empresa en litigio, por lo que son inverosímiles las versiones en el sentido de que las quejas hayan surgido de la propia compañía estadounidense.
Lo que hizo la autoridad mexicana fue auspiciar a grupos contrarios a la CTM, afines a la 4T, para congraciarse con sindicatos de EU que han reclamado a General Motors sus recientes inversiones en México. Ahí está el origen de esta naciente guerra con los vecinos del norte.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “La fuerza y el engaño son, en la guerra, las dos virtudes cardinales.”
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
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