COLUMNA INVITADA

Sí, sí hay oposición

Es cierto que en 2018 los partidos “tradicionales” quedaron en minoría frente al oficialismo

OPINIÓN

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Guillermo Lerdo de Tejada / Columna Editorial / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Una de las ideas que más repite la propaganda lopezobradorista es que los partidos de oposición están derrotados: que no tienen respaldo social, ni agenda ni credibilidad. Esta narrativa de que “no hay oposición” le sirve al gobierno para crear la impresión de que el lopezobradorismo es inevitable. Con ella, pretenden desmoralizar a los votantes de oposición y al número cada vez mayor de desencantados con Morena y sus aliados.

A veces sin mucha reflexión de por medio, diversos analistas y comunicadores han comprado por completo esta idea, la repiten y ayudan así –conscientemente o no– a legitimar el discurso lopezobradorista.

La aseveración es cuando menos engañosa. Es cierto que en 2018 los partidos “tradicionales” quedaron en minoría frente al oficialismo. Es cierto también que estos partidos cargan, en mayor o menor medida, con descrédito frente a una parte importante del público. Sin embargo, si nos atenemos a los datos de las encuestas rumbo a las próximas elecciones, vemos que en muchas partes del país los partidos opositores –solos y en coalición– están resultando competitivos frente a Morena y sus aliados.

Que sí hay oposición partidista, y es competitiva, se demuestra también con el intervencionismo electoral cada vez más descarado del gobierno.

Apenas hace unos días López Obrador admitió abiertamente que está interviniendo en la elección de Nuevo León, donde la candidata de Morena se desplomó al tercer lugar, y donde ahora se usa facciosamente a la Fiscalía para tratar de desprestigiar a los punteros de la alianza PRI-PRD y de Movimiento Ciudadano. En Campeche, donde hace no muchas semanas se proyectaba una victoria clara de Morena, hoy su candidata también ha sido relegada al tercer lugar. Algo similar pasa en Zacatecas, donde Claudia Anaya ha venido cerrando la distancia con David Monreal, demostrando la competitividad de su perfil y aprovechando las pifias del oficialismo.

Incluso en bastiones tradicionales del lopezobradorismo, como la Ciudad de México, vemos que los partidos aliancistas están dando la batalla en diversas alcaldías. Y aún en estados donde Morena está arriba, como Michoacán, su triunfo no parece que vaya a ser tan avasallador como se proyectaba. Para la Cámara de Diputados, si bien nada está dicho, hay evidencia para pensar que la oposición podría quitarle la mayoría calificada al oficialismo.

Todo esto se debe, en parte, a que los gobiernos locales de Morena y aliados han sido desastrosos; a que la gente ha resentido los errores del gobierno federal (seguridad, economía, salud, etc.); a que muchos candidatos oficialistas son impresentables y a que la popularidad del presidente no se traduce automáticamente en respaldo a sus partidos.

No obstante, todo esto se debe también a que, aunque esto no salga en las primeras planas, los partidos opositores conservan una militancia y una serie de estructuras que nunca han dejado de hacer activismo político (y muchas veces social) en sus municipios y sus estados. También se debe a que los partidos de oposición cuentan con un acervo de cuadros que llevan años haciendo política local y conocen a fondo sus comunidades.

En los hechos, la falsa narrativa de la ausencia de oposición se sigue diluyendo conforme nos acercamos al 6 de junio. El país de la pluralidad, la competencia electoral y los contrapesos no se extinguió, aunque algunos anhelen suprimirlo. Puede que no tengamos la oposición que quisiéramos, pero es innegable que la tenemos y está causando más de un dolor de cabeza al régimen.

POR GUILLERMO LERDO DE TEJADA SERVITJE
DIPUTADO CIUDADANO EN EL CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
@GUILLERMOLERDO

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