DE LEYENDA

Kanté

Mide 1.68; poco, para el promedio de las ligas profesionales europeas

OPINIÓN

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Gustavo Meouchi / De Leyenda / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pesa 70 kilos, y parece que puede ser desplazado fácilmente, si un defensa más alto y pesado le mete el cuerpo. Casi no habla dentro del campo, pero se esfuerza, corre y roba más balones que nadie. Traza muy buenos pases y en ocasiones anota goles. Su trabajo dentro de la cancha es impecable, pero jamás alardea sobre él. Su humildad podría parecer retraimiento hasta que sonríe. Su cara se ilumina, y hay en ella muchas cosas, a veces un poco de confusión, otras sólo alegría genuina, pero nunca soberbia o algo que nos haga pensar que se siente sobrado.

Sus intentos por aportar lo más posible a uno de los mejores clubes ingleses y europeos: el Chelsea londinense, también nos dan más pistas sobre las cosas en las que basa su juego. 

Cuando niño fue separado del equipo por su baja estatura. Se pensó que no tendría futuro en el futbol profesional, sin embargo, su calidad y perseverancia dieron frutos y a los 19 años logró unirse al US Boulogne de la Segunda División francesa.

Como en las inspiradoras historias de mérito, desde entonces todo ha sido ascenso en su carrera profesional; en 2013 llegó a un equipo de Primera División de su país: el Caen. La siguiente temporada fue reconocido como el mayor recuperador de balones en cualquier liga europea.

En 2015 llegó a la Premier League, uniéndose al Leicester City, que recién había contratado nuevo técnico: el italiano Claudio Rainieri. Ese año, Jamie Vardy, Shinji Okasaky, Riyad Mahrez, Kasper Schmeichel, Kanté y los otros Foxes asombraron al mundo, ganando la liga inglesa.

La siguiente temporada el Chelsea, del millonario Roman Abramovich, lo contrató por 30 millones de euros para cinco temporadas.

Nuestro N’Golo Kanté, pequeño parisino de origen maliense, fue nominado para el Balón de Oro, en 2017 y en 2018 lo convocaron a la selección francesa para participar en el Mundial de Rusia. Fue pilar de un equipo que ese año conquistó la Copa del Mundo.

Con mucho menos, los jugadores pierden el piso; N’Golo, no. En su reciente partido, enfrentando al Atlético de Madrid por los octavos de final de la Champions League, se adueñó de la media cancha, controlando a un aguerrido cuadro español, y dándole salida clara al equipo cuando se le requería. Acumuló, incansable, varios kilómetros, barriendo el campo y en el último minuto del partido cruzó de nuevo toda la cancha en un contragolpe inglés, siendo opción de pase para su compañero. Ese gesto, después de dar un juego excepcional, le valió la felicitación de su entrenador, Thomas Tuchel, al final del partido. Al ver su sonrisa abrumada y tímida ante las bien ganadas muestras de cariño y reconocimiento, uno puede darse cuenta perfectamente de quién es Kanté.

Esto nos muestra que la gloria, el éxito y la fama no están peleados con la humildad, el trabajo callado y serio. 

Viva Kanté. Un enorme ejemplo del mundo del futbol.

POR GUSTAVO MEOUCHI
COLABORADOR
@GMOSHY67

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