DE LEYENDA

El hoy y el mañana

Predecir el futuro es una necesidad vital para las personas, en una realidad donde la certeza es el cambio

OPINIÓN

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Gustavo Meouchi / De Leyenda / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Observamos, escuchamos, medimos, calculamos. Buscamos. Cada quien en su estilo busca indicios donde puede: en el suelo, en los cielos, en los números, en un mazo de cartas, en los restos del té o el café. Preguntamos, al que sea, al que sepa: a los expertos, a las tortugas ancianas, a nuestros amigos, a nuestra intuición.

No es gratuito, tomamos decisiones con esos pronósticos. Algunas son más vitales que otras, pero incluso ganar la quiniela más modesta nos llena de orgullo, nos hace sentir conectados con el universo en forma especial. Nosotros sabemos.

La semana pasada tuvimos grandes oportunidades para hacer pronósticos. Se jugaron los partidos de vuelta de la UEFA Champions League, y tanto la Juventus de Turín como el Barcelona fueron eliminados. El París Saint-Germain y el Borussia Dortmund se clasificaron.

Hemos hecho fiestas con mucho menos que eso y no pudimos resistirnos a dejarnos llevar. Miles de comentarios y memes en redes sociales y en la prensa especializada han dado prácticamente por terminada la carrera de Cristiano Ronaldo y de Lionel Messi. En redes sociales no sólo hemos empezado a matar a los reyes, hemos casi decidido a quienes entregarles sus coronas: Kylian Mbappé y Erling Haaland son los favoritos.

Es un impulso irresistible, lo entiendo. Renunciar al presente y salir a recibir el futuro es mantener vivas las ilusiones, aferrarse a una forma de continuidad.

Sin embargo, tal vez nos estemos apresurando un tanto. El lunes 15, ante el Huesca, Messi anotó dos goles, uno en el minuto 13 y otro en el 90. Se puede decir, claro, que ese partido de La Liga no tiene el peso y el glamour que los de la Champions, y que muchos otros que ha disputado Leo antes, sí, es cierto. Pero invito a todos a ver de nuevo esos goles. El ángulo de tiro, el tiempo que él tiene para preparar la jugada, para decidir el golpe, la reacción de sus compañeros y contrincantes, la forma en que el balón entra en la portería.

Los invito a poner la jugada y perderse, tratando de seguir el balón, a detener el video y repetirlo sabiendo lo que va a pasar, a recurrir a la cámara lenta, la toma aérea, a las muchas repeticiones para apreciar esos goles, dos de tantos que ha metido Messi en su larga carrera, dos de varios que tal vez aún vengan en el futuro.

Si están en eso miren también de nuevo los dos goles de Ronaldo el domingo 14 ante el Cagliari. Incluso también miren la jugada que terminó en el penal que le dio su hat-trick ese día.

¿Messi y Ronaldo están muertos? Sé que patean mucho aún para estarlo.

¿Mbappé y Haaland están listos? ¿son los llamados? Sé que nadie puede discutir su talento y su habilidad; creo, como casi todos, que parecen muy prometedores. Pero falta mucho aún para que ocupen plenamente el lugar que dejarán Cristiano y Leo (sí, del tiempo futuro, del verbo aún no).

Así que me haré de nuevo a mí mismo y a ustedes, si me dejan, la ya clásica invitación: disfrutemos.

A los consolidados, a las promesas, a todos. Vivamos el presente y dejemos que el futuro se materialice poco a poco, como de todas formas lo hará. Es un gran momento para ver aún  lo que tienen que ofrecernos esa dupla incomparable que nos ha maravillado las últimas dos décadas. Y, tal vez, podamos empezar a ver formarse a nuevas leyendas (que quizá algún día estén al nivel de dos de los mejores de la historia). Ahí radica nuestra oportunidad, y la gracia de vivir en este momento del tiempo.

POR GUSTAVO MEOUCHI
COLABORADOR
@GMOSHY67

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