DE LEYENDA

La oportunidad

Se veía como un fracaso, caminaba como un fracaso y olía a fracaso

OPINIÓN

·
Gustavo Meouchi / De Leyenda / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Se insinuó cuando el Nápoles de Italia sustituyó a Ancelotti. Y es que el técnico lo había traído y tenía toda su confianza en él, pero cuando los resultados no se dieron y la directiva del club tomó una decisión, en 2019, las cosas se tambalearon.

Gennaro Gattuso es un técnico menos experimentado, pero desde que era jugador mostró una fuerte mentalidad de lucha que sigue manteniendo como técnico, y se esperaba que despertara a los jugadores.

Empezó trabajando el buen cuadro que tenía: dos porteros confiables (el colombiano David Ospina, proveniente del Arsenal de Inglaterra, y el joven italiano Alex Meret), una defensa sólida encabezada por Di Lorenzo, Manolas y Koulibaly; una media con jugadores de talla internacional como el español Fabián Peña, el francés Bakayoko, el alemán Diego Demme; y una delantera poderosa con el italiano Lorenzo Insigne y el seleccionado de Bélgica, Dries Mertens.

En el ataque también estaba Hirving Lozano, nuestro Chucky; sin embargo, Gattuso no sólo no lo conocía, sino que tenía muchas dudas sobre su juego y su capacidad.

Las primeras semanas fueron muy tensas entre los dos. El técnico casi no lo tomaba en cuenta como titular y en los entrenamientos le exigía más que a ninguno. Llegó a expulsarlo de una práctica porque no le gustó cómo lo estaba haciendo el exjugador del Pachuca y del PSV. La relación parecía rota.

Creo que fue ahí donde se mostró la oportunidad. El Chucky podría haberse rendido. Me lo imagino sintiendo la frustración y la rabia subirle por el pecho, con las ganas de irse o peor, lo que llamamos emberrincharse. No sería el primero en hacerlo y es que venía de brillar en el PSV y después bajo la dirección de Ancelotti. Lleva trabajando muchos años para ganarse su lugar; algunos pensarían que no tenía que empezar desde abajo, a demostrar de nuevo, pero él eligió otro camino. Puede que usara ese fuego para alimentar su actitud positiva en los entrenamientos, lo suficiente para sorprender al tozudo entrenador italiano.

Poco a poco Lozano se empezó a ganar minutos en el campo de juego, a entender mejor las tareas que Gattuso le asignaba, ya no sólo ofensivas, también en defensa. Con la incipiente confianza de su entrenador y trabajando como se le pedía, Hirving empezó a jugar mejor, a generar muchas jugadas de peligro y también a anotar goles. Su progreso no pasó desapercibido para su entrenador, que ahora grita cientos de veces la palabra Chucky en cada partido; ya sea para pedir que ajuste su posición, para que alguno de los jugadores le lance el balón, o incluso para felicitarlo por alguna jugada.

Con el tiempo la relación entre italiano y mexicano ha mejorado mucho. Chucky se posicionó como un jugador muy importante en su equipo y Gattuso le ha permitido más protagonismo, al utilizarlo por ambas bandas e incluso como centro delantero. Hirving ha respondido con goles, asistencias, jugadas de peligro, incluso generando amonestaciones a sus oponentes (es al jugador que más se le pega en Italia; le cometen tres veces más faltas que a Cristiano Ronaldo).

Desde la lesión, en diciembre de 2020, de Dries Mertens, goleador histórico del Nápoles, y con la baja de juego de su líder, el italiano Lorenzo Insigne, El Chucky ha cargado con el equipo y hoy por hoy es el jugador más importante y decisivo.

Sus grandes actuaciones y la personalidad con la que enfrenta a todos ya le están rindiendo frutos al mexicano, no sólo con su entrenador y sus compañeros, también con los aficionados italianos. El Chucky poco a poco se ha convertido en un ídolo para los seguidores del club.

En su última actuación frente a la Juventus le llovieron elogios, tanto por parte de la prensa italiana, como por los fans napolitanos, que inundaron las redes sociales con comentarios de apoyo a Lozano, que continuó jugando los últimos minutos del partido, tras una lesión que tal vez lo tenga fuera del campo tres semanas o más.

Parte de la afición se ha volcado en reclamos hacía Gattuso, que lo mantuvo en el campo de juego por no contar con opciones de cambio. A pesar del dolor provocado por la lesión, Hirving continuó corriendo y ganando balones, con el riesgo de hacer más grave su lesión. Ese sencillo evento muestra el enorme cariño que ha cosechado Chucky, gracias a su capacidad de enfocar correctamente su energía y de mantener una actitud ganadora para transformar en triunfo lo que pudo haber sido el mayor fracaso de su carrera.

POR GUSTAVO MEOUCHI
COLABORADOR
@GMOSHY67

avh