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#Ruta 2021 Ciudad Juárez

Si Cruz Pérez Cuéllar gana la presidencia municipal de Ciudad Juárez, la convertiría en la primera del país en haber tenido gobiernos de casi todas las ideologías en las últimas dos décadas

OPINIÓN

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Alejandro Cacho / Touché / Opinión El Heraldo De MéxicoCréditos: Foto: Especial

El final del sexenio de Javier Corral, en Chihuahua, le sabe a hiel. Y hay muchos motivos para ello. Primero, porque pasó buena parte de su administración como uno de los gobernadores peor evaluados del país. Segundo, porque los chihuahuenses ya hablan de él como una decepción. Tercero, porque no ha logrado la extradición de César Duarte Jáquez, su antecesor, para juzgarlo por corrupción. Cuarto, porque no logró imponer a Gustavo Madero como el candidato a sucederlo. Quinto, porque los panistas se rebelaron y eligieron a Maru Campos -su enemiga política- candidata a gobernadora. Sexto, porque su otro enemigo (y compadre), a quien también amenazó con meter a la cárcel, Cruz Pérez Cuéllar, finalmente será candidato de Morena a presidente municipal de Ciudad Juárez, la ciudad natal del ambos.

Si Cruz Pérez Cuéllar gana la presidencia municipal de Ciudad Juárez, la convertiría en la primera del país en haber tenido gobiernos de casi todas las ideologías en las últimas dos décadas: PRI, PAN, Independiente, y si gana, Morena.

Pérez Cuéllar nació en Ciudad Juárez hace 52 años. Es abogado y desde joven entró a la política. Lo motivó aquel movimiento que tomó notoriedad nacional, en el verano de 1986, cuando desconocieron el triunfo de Francisco Barrio Terrazas, del PAN, a la gubernatura de Chihuahua.

Ahí conoció a Javier Corral. Primero se hicieron amigos, luego compadres y, desde hace unos años, son rivales políticos. En 2016, Corral le arrebató la candidatura panista a gobernador lo que terminó de concretar el rompimiento personal y político.

Cruz Pérez Cuéllar conoce Ciudad Juárez como la palma de su mano y a él lo conoce la gente. La ha recorrido varias veces, a pie-tierra. Corral, en cambio, tiene poco arraigo y es, digamos, un político fifí. Por cierto, hoy está hecha un desastre. Parece zona de guerra por las obras viales del actual gobierno estatal, que nadie pidió, que a nadie consultaron, que están a medio construir y que comienzan a despertar sospechas entre los juarenses.

Actualmente es Senador de la República y pedirá licencia el 28 de abril, justo antes de iniciar campaña. Ya trabaja en cerrar filas, lograr acercamientos con las tribus internas de Morena para consolidar la unidad del partido. El reto no será fácil. Además, debe convencer a un electorado que ya lo conoce y confía en él, pero no a la 4T.

Tiene la gran oportunidad de ser alcalde de su ciudad natal, donde conoce a los juarenses y los juarenses lo conocen a él de muchos años atrás. También ha tejido muy fino para construir relaciones sólidas y duraderas en la Ciudad de México -particularmente- en el círculo más influyente de la Cuarta Transformación. A pesar de las resistencias internas en lo local, se impuso su trayectoria, experiencia y reconocimiento. En esa elección, más que el partido pesará el candidato.

POR ALEJANDRO CACHO
CACHOPERIODISTA@GMAIL.COM
@CACHOPERIODISTA

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