COLUMNA INVITADA

¿Y si te tiemblan las rodillas?

Creo que en esta cuarentena mi estado de ánimo ha sido como mis rodillas.  Nuestras rodillas nos ayudan a movernos, subir, bajar

OPINIÓN

·
Laura Elena Gerdingh / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Hace aproximadamente dos años y medio tomé la gran decisión de unirme al equipo de mi coach para entrenar.  En aquel momento le comenté que me lastimaba una rodilla al trotar. Le aseguré que yo hago ejercicio para estar sana y que no pretendía terminar en el quirófano con cirugía de rodillas por lo que había dejado de correr y ahora caminaba. El me corrigió la postura para que pudiera correr. Me explicó lo importante de mantener erguido el tronco para no sobrecargar las rodillas. Corrí con esta nueva postura y como por arte de magia el dolor desapareció.

Creo que en esta cuarentena mi estado de ánimo ha sido como mis rodillas.  Nuestras rodillas nos ayudan a movernos, subir, bajar. Así mi estado de ánimo, se ha movido, al saber que serían mas días de cuarentena y luego mas y luego mas. Ha bajado ante la imposibilidad de hacer ciertas cosas que son importantes para mi, ha bajado aún mas ante pérdidas importantes.  Al igual que mis rodillas, mi ánimo, ha subido al recibir nuevos pacientes, al dar alguna conferencia por zoom, al recibir algún mensaje emotivo de los muchos que amable y generosamente me han mandado mas personas de las que hubiera imaginado después de leer mi libro. Y se mueve, sube y baja, pero llega un momento en el que reconoce: Esta crisis es verdaderamente triste, me siento como si estuviera viviendo a medias… yo que amo vivir intensamente!!!

Claro que me busco cosas que hacer, intereses, trabajo, actividades, pero hay días que siento que todas esta actividades son como parches que uso para tapar la aflicción de no poder vivir normalmente y realizar todas las actividades que solía llevar a cabo y que tanto disfrutaba. Extraño muchas cosas, que mis hijas puedan ir a la escuela y ver a sus amigos.  Extraño salir con amigas, al teatro, al cine, a cenar. Extraño poder subir al Izta y sobre todo a mi consentido el Nevado de Toluca, extraño poder trabajar con todos mis pacientes de manera presencial. 

Así como había momentos en que mis rodillas me dolían, hay momentos en que mi ánimo me duele y ya no puede sostenerme. Pero si en esos momentos críticos nos vencemos, nos jorobamos y bajamos la cabeza vamos a complicarles la situación aún mas a nuestras rodillas quienes tendrán que cargar todo nuestro peso y acabarán dañadas. Cuando sentimos que ya no podemos mas debemos abrir el pecho, sostener firme el tronco y levantar la cabeza, aún cuando quisiéramos con todas nuestras ganas hacer lo contrario.  .  Créeme cuando voy trotando y ya me agoté quisiera vencerme y continuar encorvada y cabizbaja, es mas es lo que instintivamente hago.  Pero me corrijo y recurro a la fuerza de mi tronco y me levanto. Claro que para lograrlo he tenido que fortalecer mi tronco. Esta cuarentena ha sido tan larga que hay días en que el desconsuelo y sinsabor doblegan mi ánimo y quisiera continuar encorvada.  Entonces cuando siento que ya no puedo mas recurro a mi “tronco emocional” el amor de mi familia y el apoyo de mis amigos y en verdad que cómo ayuda.   Considero que es momento de que cada quien recurramos a nuestros otros apoyos, a nuestros “troncos” para que el ánimo no acabe venciéndose… Por que aún nos falta tiempo y debemos perseverar para mantenernos de pie y en movimiento hasta el final.   Y si ya no podemos solos para eso están nuestros seres queridos, sólo que hay que fortalecer esos lazos.   

POR LAURA ELENA GERDINGH

PSICOTERAPEUTA

@LGERDINGH