COLABORADOR

Construcción: crisis y posibles soluciones

El sector pasa por una profunda crisis por la falta de inversión; es una industria que puede ser el motor de la recuperación

OPINIÓN

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Fausto Barajas/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México

El sector de la construcción en México representó 6.8 por ciento del PIB en 2020 y empleó a más de cuatro millones de personas, que significa ocho por ciento de la población ocupada. Sin embargo, está pasando por una profunda crisis originada por la falta de
inversión.

Esto es grave, pues hablamos de una industria que puede ser el motor de la recuperación económica, con su efecto multiplicador en 40 ramas de la economía. La falta de inversión se explica por tres razones: la primera, la incertidumbre generada por el gobierno del presidente López Obrador, quien ha mostrado animadversión a la iniciativa privada; la segunda, por la reducción de inversión pública del gobierno; y la tercera, por la pandemia que profundizó la crisis económica iniciada en 2019.

Vale la pena hablar sobre las acciones que están en manos del sector público y las alternativas de respuesta ante la crisis de la construcción y de la economía en general.

REDUCCIÓN DE INVERSIÓN PÚBLICA

Con la llegada del presidente López Obrador al poder, en 2019 la inversión física presupuestaria se redujo 11.8 por ciento real, una caída de 81 mil millones de pesos constantes a febrero de 2021. En 2020, se ubicó en 674 mil 500 millones de pesos. Esto arriba de lo registrado en 2019. Sin embargo, sigue abajo del potencial del país e incluso muy lejos de lo que ocurría hace 10 años, pues en 2010 se invertían 940 mil 500 millones de pesos.

·Hidrocarburos está en 2020 en 202 mil 300 millones de pesos; lejos de los 405 mil 700 millones que se destinaban en 2010.
·En electricidad, la inversión se ubicó en 44 mil 500 millones de pesos, muy por debajo de 49 mil 400 millones de 2010.
·En comunicaciones y transportes está en 43 mil 800 millones de pesos, lejos de los 84 mil millones que se invertían en 2010.
·En infraestructura educativa está en dos mil 300 millones de pesos, nada comparable con 19 mil millones, de 2010.
·En salud, los 21 mil 600 millones de pesos de inversión física son menos de la mitad de 46 mil 600 millones, de 2010.

RESPUESTA A LA CRISIS

La respuesta de los gobiernos ante las crisis económicas es fundamental. En el caso de México, el gasto del gobierno federal representa una cuarta parte del PIB, por eso queda en manos de éste la mayor parte de la respuesta que puede venir a través de un aumento de gasto corriente, incremento del gasto de inversión o una parálisis de ambos.

Para el arranque de 2021, en enero, la respuesta del gobierno fue una reducción de inversión física presupuestaria de 25.4 por ciento a 40 mil 100 millones de pesos.

Esto contrasta con la respuesta para la crisis de 2008-2009. En enero de 2010, el gobierno del presidente Calderón comenzó a acelerar la inversión y en ese mes aumentó 17 por ciento en términos reales, a 50 mil 900 millones de pesos y con tendencia al alza.

La reacción fue inmediata, pero no improvisada, porque se aceleró el Programa Nacional de Infraestructura 2007-2012. Hoy el país no tiene un programa similar; sólo hay un listado de prioridades unipersonales como el aeropuerto de Santa Lucía, la Refinería Dos Bocas y el Tren Maya.

El gobierno está desaprovechando tres oportunidades clave para salir de la crisis:

·Primera. Una campaña de vacunación masiva contra el COVID-19, sin tintes políticos, representaría los mejores 30 mil millones de pesos para beneficio público.

·Segunda. aumentar la inversión en infraestructura, equipamiento y operación del sector salud y del sector educativo.
·Tercera. La deuda pública crece a un ritmo de 60 mil millones de pesos mensuales, podría ocupar parte de ésta para expandir el gasto en inversión física y generar el efecto multiplicador que tiene la industria de la construcción en 40 ramas de la economía.

SOLUCIONES DESDE LO LOCAL

Para lograr el crecimiento de una empresa o país, siempre se requiere invertir en capital, ya sea físico o humano. Las inversiones se tienen que estudiar para elegir los proyectos que sean pertinentes y viables.

Considerando que esta perspectiva no permea en el gobierno federal, es tarea de las administraciones estatales tomar las riendas. Los gobernadores actuales y próximos para elegir, en conjunto con presidentes municipales deben destinar un mayor porcentaje de su presupuesto a inversión física y diseñar esquemas de Asociaciones Público-Privadas que permitan multiplicar recursos.

Las acciones a promover deben estar encaminadas a aumentar y mejorar el capital físico del espacio público como: carreteras, calles, banquetas, transporte público, sistemas de agua potable, drenaje, plantas de tratamiento, aeropuertos, plazas públicas, hospitales, escuelas, plantas de generación eléctrica, entre otros. También está el espacio privado, se tiene que fomentar la construcción de viviendas porque es ahí donde hoy se desarrollan la mayoría de las actividades de los mexicanos.

Estas tareas que podrían tomar los gobiernos estatales ante la ausencia del federal también involucran al ciudadano común, porque es quien elige a sus gobernantes. No se puede aspirar a un mejor país sin que los mexicanos tomen mejores decisiones a la hora de votar.

POR FAUSTO BARAJAS
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA
@FAUSTOBARAJAS

 

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