COLUMNA INVITADA

El Zarco, 120 años de su publicación

Han transcurrido 120 años que fue publicada la novela El Zarco, escrita por Ignacio Manuel Altamirano; en febrero de 1901, de la imprenta de la Editorial de J. Ballescá y Compañía, ubicada en la calle San Felipe de Jesús, 572, vieron la luz los primeros ejemplares

OPINIÓN

·
Rubén Martínez Cisneros / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Han transcurrido 120 años que fue publicada la novela El Zarco, escrita por Ignacio Manuel Altamirano; en febrero de 1901, de la imprenta de la Editorial de J. Ballescá y Compañía, ubicada en la calle San Felipe de Jesús, 572, vieron la luz los primeros ejemplares.

La narración es fecundada por Altamirano cuando se desempeñaba como primer secretario en la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, “El edificio en que la Sociedad celebra sus sesiones es de la nación, -escribe el autor de Clemencia, -amplio, hermoso y situado en la parte más bella de la ciudad que es la occidental. Llamábase antes Hospital de Terceros primero sede de la SMGE y hoy ocupa la mitad de la escuela especial de Comercio”, en la actualidad se encuentra el majestuoso Palacio Postal.

El historiador Francisco Sosa, prologuista de la primera edición, nos dice, “Los trece primeros capítulos de El Zarco fueron leídos por Altamirano en algunas sesiones del Liceo Hidalgo, en el curso de 1884, y merecieron elogiosos comentarios de los literatos que asistían a las sesiones organizadas por esta prestigiada asociación…”

Lo cierto es que dos anécdotas acompañan la existencia de la creación del texto El Zarco, una de ellas es, al concluir el capítulo XII el maestro Altamirano suspende la redacción del capítulo y le dice a Luis González Obregón:

-Oiga usted hijo, vámonos a dar una vuelta a la Alameda, porque ya llegó el momento de comenzar el capítulo XIII, y yo no lo comienzo.

Salieron del recinto y se encaminaron con rumbo a la Alameda, al llegar a la esquina de San Andrés y Santa Isabel, fueron alcanzados por Alejandro, empleado de la dependencia, quien todo alterado y “transido del susto”, expresa:

-¡Señor, señor, pues que se ha caído el techo sobre el escritorio en que usted hace un momento trabajaba”, lo anterior se lo refirió el autor del México Viejo al escritor Carlos González Peña.

Por su parte, el historiador Francisco Sosa, nos comparte otro suceso que abraza a esta notable narración. De acuerdo al autor de Las Estatuas de Reforma, se encontró al escritor de La Navidad en las Montañas “cabizbajo y entristecido”, la razón era que se avecinaba un aniversario de su esposa “y no tenía dinero para hacerle su acostumbrado regalo”, por lo que Sosa le sugirió vender su novela El Zarco, posibilidad que Altamirano descartó en virtud de que aún hacía falta por escribir algunos capítulos, lo cierto es que posteriormente Sosa se encuentra al editor Santiago Ballescá y le cuenta la situación de Altamirano, “Este mismo día, -nos dice Sosa- Ballescá se puso en  contacto con Altamirano y el trato quedó hecho en doscientos pesos”

La investigadora Nicole Giron, nos dice acerca de este texto, “Esta estampa de la vida mexicana en los años inmediatos a la terrible guerra de Reforma es quizás la más lograda de las novelas de Altamirano. Nos brinda el entretenimiento de una amenísima lectura con su evocación de las feraces comarcas del Sur, en la sucesión rápida de sus peripecias, la ágil y documentada pintura de la vida de los bandidos y guerrilleros que aún azotaban el campo mexicano hacia 1863”.

Por RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS 
COLABORADOR

rcb