Por si fuera poca y tenue la tragedia que se posó sobre toda la industria turística nacional con la pandemia del COVID-19, esta semana sobrevino una declaración estremecedora de parte de Arnold Donald, el CEO de una de las empresas de cruceros más grandes del mundo: Carnival. Donald fechó hasta 2023 el plazo para que la industria se recupere a los niveles anteriores a la crisis sanitaria.
Todos los cruceros de Carnival continúan suspendidos hasta finales de mayo. La empresa ya vende a cuentagotas algunos itinerarios a México, del lado del Pacífico, con pequeñas paradas en Los Cabos y Mazatlán, pero fechados para noviembre o diciembre de este año, o para los primeros meses de 2022. Son muy escasos los itinerarios. Los precios son irrisorios.
Algunos de los itinerarios de 4 días parando en Ensenada resultan tan baratos, que sería más económico estar arriba de esos barcos que en tierra firme en México.
Pero, donde las cosas están realmente desafiantes es en Cozumel, un destino particularmente enfocado en cruceros que ha experimentado desasosiego extremo por la masiva cancelación de itinerarios. Ante ello, el presidente municipal Pedro Joaquín ha
resultado ser un líder poco ortodoxo que, en medio de la tragedia, está logrando la supervivencia de la isla y potenciándola mucho más: hace unos días logró la reincorporación de un vuelo directo de Houston a la isla, y el viernes se anunció un nuevo
vuelo veraniego directo desde Madrid.
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El propio Richard Sasso, presidente de la empresa de cruceros MSC hizo público un notorio reconocimiento a la heroicidad de la isla dadas las extraordinarias condiciones que ha atravesado.
Y mientras lo anterior ocurre en el Caribe, el presidente López Obrador se ha ocupado de otro destino insular, las Islas Marías, donde lanzó su proyecto turístico ecológico, nombró un gobernador, y planteó la construcción de nuevos barcos para llevar senderistas desde Mazatlán o San Blas. En estas islas no hay infraestructura turística robusta. Todo estaría por hacerse durante los siguientes tres meses. Las Islas Marías son a AMLO lo que Cancún,
Los Cabos o Ixtapa fueron para otras administraciones, pero sin Fonatur. La del gobierno es una apuesta original en medio del huracán categoría 6 que azota a Cozumel del otro lado del país. Hay prioridades.
CISCO
La firma que tejió la infraestructura para internet promete revolucionarlo por completo creando el Internet Para el Futuro. Será una fusión entre el silicio, la óptica, el software y los sistemas. Los ruteadores estarán entregando velocidades de 400 G. La idea es poner ancho de banda ultra potente en la palma de la mano de cada usuario y aprovechar la tecnología 5G.
Para encabezar esa revolución en América Latina la compañía nombró anteayer a Laércio Albuquerque como su vicepresidente.
POR CARLOS MOTA
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