AYER PENSABA DISTINTO

El feminismo no tiene lugar en la boleta

Las mujeres organizadas han sido el movimiento social más fuerte desde la llegada al poder de AMLO

OPINIÓN

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Fernanda Caso / Ayer pensaba distinto / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las mujeres organizadas han sido el movimiento social más fuerte desde la llegada al poder de AMLO. El debate público que detonaron no pudo ser callado siquiera por la pandemia de COVID-19 y, un año después de la megamarcha de 2020 y el Día Sin Mujeres del 9 de marzo, el tema de las injusticias de género volvió a protagonizar titulares, mesas de discusión y conversaciones en los hogares esta semana.

Sin embargo, llama la atención la cerrazón con la que la clase política ha recibido los reclamos. El caso más paradigmático, sin duda, es el de López Obrador, que simplemente no está dispuesto a entender el dolor detrás del acoso, la inequidad, las violaciones y los feminicidios.

Pero concentrar toda la atención en el presidente nubla una realidad aún más preocupante: el problema no es solo AMLO. Pareciera que las historias de Carolina, Violeta, Berenice, Paola, Wendy, Esthela, Minerva, Jocelyn, Patricia y las miles de mujeres asesinadas o desaparecidas son suficientes para detener al país un día entero o para hacer que la sociedad reflexione sobre el machismo y los abusos arraigados, pero no son suficientes para hacer que ningún gobernador, partido político o Congreso, se tome el serio el problema.

Las elecciones de este año son un reflejo de este lamentable escenario. Las luchas del feminismo están moviendo al país, pero no tienen representación en la boleta. Es cierto, hay partidos como Movimiento Ciudadano haciendo un esfuerzo por integrar voces
feministas a sus filas y hay mujeres admirables que han dado la lucha durante años en Morena, en el PRI el PAN y el PRD. Pero es solo eso… unos cuantos espacios para mujeres valiosas, y no una transformación de fondo en sus programas y su forma de hacer partido.

Llama la atención, por ejemplo, que ningún partido haya tenido una convención nacional para cambiar su plataforma a partir de estos movimientos, que no haya habido una sola reunión de gobernadores de oposición donde el tema exclusivo haya sido “cómo resolver el problema del feminicidio en sus estados”, no hay ningún partido que esté proponiendo negarse a votar el próximo presupuesto federal si no se triplica el dinero destinado a la protección de mujeres, fiscalías especializadas, capacitación de jueces y atención de víctimas.

No hay un solo partido que pueda decir que está a favor de las causas feministas sin matices, sin gobernadores incómodos que no las apoyan, sin estar solapando acosadores y sin excluir a las mujeres de los espacios primordiales de decisión.

Lo que queda claro es que el movimiento de las mujeres seguirá, con o sin el apoyo de la clase política actual. Que no se sorprendan los políticos si un día el movimiento es más fuerte que ellos y decide organizarse de manera electoral. Por no atender el sentido de urgencia, podrían ellos terminar siendo desplazados.

Por FERNANDA CASO 
FERNANDACASO@HOTMAIL.COM
@FER_CASO

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