La pandemia de COVID-19 ha traído grandes cambios a la manera en que se organizan los eventos deportivos, con estrictos protocolos sanitarios e importantes restricciones para garantizar que no se den contagios entre los participantes a los mismos.
El protocolo médico-administrativo que se adoptó en el boxeo ha funcionado de maravilla desde sus inicios, en las funciones que se dieron desde mayo del año pasado, y esto requiere crear un concepto llamado “burbuja”; o sea, un aislamiento total en el hotel y arena donde se realiza el evento, y pues ahora me tocó vivir la experiencia en Florida.
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Ya había estado en otras, pero con un formato diferente, para no tener que permanecer aislado por varios días; así fue en la Ciudad de México, Los Ángeles y Dallas, pero en esta ocasión me metí de lleno y ha sido una verdadera experiencia.
Llegué a Miami el martes y les quisiera describir lo que sucede.
Al llegar al hotel hay un prerregistro, antes de siquiera ingresar, y ahí se te coloca una banda en la muñeca de color rojo; se hace el check-in en el hotel, de inmediato debes proceder a tu habitación y está estrictamente prohibido salir del cuarto. A la mañana siguiente debes bajar al salón COVID-19 para someterte a la prueba; se te coloca una banda amarilla, que significa que estás en proceso de chequeo, e inmediatamente debes regresar a tu habitación para no poder salir hasta que, por ahí de las 10 de la noche, te avisen que el resultado salió negativo y entonces bajas a que te pongan una banda de color verde. Quien tiene banda de este color ya está libre de estar en todos los espacios del hotel, pero está prohibido salir del mismo.
Se imagina y se dice fácil, pero permanecer 24 horas encerrado en un cuarto resulta una verdadera prueba a la salud mental. Alimentos entregados en tu habitación en una bolsa de plástico, en contenedores desechables, sin servicio de limpieza, confinamiento total, pero muy bien aprovechado para trabajar en los pendientes.
Fue muy especial poder ver una vez más a tantas personas de nuestro deporte y, además, al estar todos probados de no tener el virus, se dio una gran camaradería y se vivió un ambiente de gran felicidad. Personas que nos veíamos constantemente, semana tras semana, en diferentes partes del mundo, por fin pudimos hacerlo de nuevo y ver así un gigantesco paso a la recuperación de las actividades comunes en el boxeo.
La empresa promotora Match-Room hizo arreglos interesantes: mesa de ping pong en el lobby, mini golf en el quinto piso y una barbería montada con cortes de pelo sin costo, para quien quisiera hacerlo.
Fue muy triste ver que el campeón mundial mosca, Julio César Martínez, sufriera un accidente. Cayó en el baño, fracturándose una muñeca, y aunque le suplicaba al doctor que lo infiltrara y así subir a pelear, fue forzado a cancelar su combate, después de varios meses de trabajo para defender su título ante el retador oficial: McWilliams Arroyo, de Puerto Rico. El Consejo Mundial de Boxeo accedió con votación unánime a autorizar el combate de Arroyo contra el mexicano Abraham Choko Rodríguez, por el título interino, con el compromiso de que el ganador debe pelear contra Martínez.
El estadio de los Delfines de Miami lució espectacular, la organización fue impecable y el ambiente maravilloso; se sentía cómo vibraba, como si estuviera a toda su capacidad, cuando solamente se permitió un aforo de 20 por ciento.
La entrada de J Balvin, acompañando al campeón, fue espectacular, y el desempeño del Canelo fue contundente; es el mejor del mundo y este sábado conquistó Latinoamérica, ya que es el representante de todos los latinos ante el mundo, ganándose el cariño y la admiración de todos en esta aventura en Miami.
Hay ocasiones en las que lo que está en papel no resulta en las acciones. Avni Yildirim era el retador oficial del organismo desde hace dos años, resultado de una pelea controversial ante el excampeón Anthony Dirrell; el organismo lo ratificó durante las dos últimas convenciones y se esperaba que fuera un digno rival.
Canelo le dio una golpiza, lo tundió fuertemente en las zonas blandas, y no le permitió conectar prácticamente ningún golpe, con un trabajo impresionante de técnica de defensa, y con velocidad y precisión en el golpeo. En el tercer round conectó una combinación del 1-2, mandando a la lona al turco, quien decidió quedarse en el banquillo y no salió a combatir en el cuarto. Saúl Álvarez lució en grande y está listo para seguir su plan de unificar la división.
¿SABÍAS QUE…?
Canelo busca ser el primer boxeador en unificar con los cuatro cinturones la división de peso supermedio, y si lo logra sería apenas el sexto en alcanzar la absoluta uniformidad de campeonatos.
Anécdota de hoy
Don José veló siempre por la integridad física de los boxeadores, por encima de cualquier interés.
Eso quedó claro el 7 de marzo de 2008, un día antes de la función del ex campeón mundial de peso ligero: José Luis Castillo, quien estaba programado para sostener una pelea eliminatoria anunciada en la Plaza de Toros de Cancún.
Sería el pesaje en la tarde, pero mi papá fue a la habitación de Castillo y se percató que uno de sus entrenadores pretendía quitarle unas libras de más, cubriéndolo con plásticos. Don José reprochó esos procedimientos y canceló la pelea, haciéndole un favor al sonorense, porque subiría al cuadrilátero como un fantasma.
POR MAURICIO SULAIMÁN
PRESIDENTE DEL CMB
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