COLUMNA INVITADA

Las generaciones heridas

En México seguimos lastimando a generaciones de niños y jóvenes al violar sus derechos a contar con una educación

OPINIÓN

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Fernando Ruiz / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El 25 de enero, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó los resultados del Censo de Población y Vivienda. La información levantada en marzo de 2020 llega en buen momento pues proporciona una radiografía del país justo al inicio de la actual emergencia educativa.

Los datos no son alentadores. La información obtenida de la visita a cerca de 44 millones de viviendas en todo el país vuelve a poner ante nuestros ojos el abandono escolar de millones de niñas, niños y jóvenes (NNJ).

En los últimos cinco años, el abandono escolar creció en todos los niveles de la educación obligatoria. El censo encontró un aumento de 553,924 de NNJ de 3 a 17 años que ya no se encontraban en la escuela, pues la cifra pasó de 4,762,863 (14.4%) en 2015 a 5,316,787 (16.4%) en 2020. Sólo el incremento equivale al la matrícula de preescolar, primaria y secundaria de Sinaloa, Sonora o Tabasco, de ese tamaño es el problema.

Estos datos muestran el fracaso del Estado mexicano en garantizar el derecho a la educación. Pero lo más preocupante es que hayamos aceptado tal situación. La Secretaría de Educación Pública (SEP) contribuye a invisibilizar el problema al utilizar sólo estadísticas de matrícula escolar, que subestiman el problema. Por ejemplo en primaria su indicador de “deserción” es de 0.6% de la matrícula cuando en realidad siete veces más ya no están en la escuela (4.4%); en secundaria de 4.4% cuando más del doble (9.4%) abandonaron la escuela, y en educación media superior (EMS) de 13% cuando el 27.1% ya no asiste a la escuela (SEP, Boletín 167). 

Ante esta situación no sólo se debe incrementar los apoyos para la permanencia escolar sino crear políticas para regresar a la escuela a aquellos que la abandonaron. No es sólo cuestión de dinero sino de fortalecimiento de las capacidades de las escuelas y sus maestros. La actual administración decidió sustraer 65,000 mdp a programas de fortalecimiento escolar para destinarlos a becas de estudiantes de EB y EMS. Es una apuesta riesgosa que este año deberá mostrar su eficacia.

Los datos del Censo no contemplan los efectos de la emergencia educativa en el presente ciclo escolar. Con base en la proporción de docentes que mantuvieron contacto con sus alumnos en el ciclo 2019-2020 estimamos un abandono de 4,264,908 estudiantes. No queremos ser alarmistas pero el escenario no pinta bien. Es recomendable que la SEP dé a conocer el número de estudiantes que en la reciente evaluación escolar quedaron identificados en situación de “comunicación inexistente” (SEP, Boletín 291).

En México seguimos lastimando a generaciones de niños y jóvenes al violar sus derechos a contar con una educación. Con ello, no sólo limitamos el desarrollo de sus capacidades, también reducimos sus oportunidades de insertarse mejor en nuestro cambiante mundo.

POR: FERNANDO RUIZ
DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN EN MEXICANOS PRIMERO 
@FRUIZ_RUIZ

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