COLUMNA INVITADA

Destrucción energética

En cambio, la nueva propuesta da preferencia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y destruye por completo la posibilidad de todas las plantas de energía que no sean parte de la CFE

OPINIÓN

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Mariana Gómez del Campo / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial.

El presidente López Obrador busca modificar la Ley de la Industria Eléctrica con una reforma enviada a la Cámara de Diputados. Es un intento entre muchos otros para incrementar el control del Estado y del ejecutivo sobre un sector de la economía, a costa del bienestar de los mexicanos.

La iniciativa de Ley demuestra un absoluto desinterés del presidente por los problemas reales de los mexicanos y una obsesión imperiosa por la concentración del poder. El país está devastado por la crisis sanitaria y la contracción económica provocadas por la pandemia del virus COVID-19. Sin embargo, la mayoría morenista solo se preocupa por cumplir los caprichos presidenciales y no por resolver la situación catastrófica que ellos mismos han provocado.  

Esta reforma busca cambiar el sistema de generación de energía actual, donde se les permite a los privados, por medio de subastas ofrecer el mejor precio, incentivando la inversión y producción energética del país. En cambio, la nueva propuesta da preferencia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y destruye casi por completo la posibilidad de todas las plantas de energía que no sean parte de la CFE. Excluye principalmente a las energías limpias como la solar o eólica, al extinguir su nivel de competitividad.

Además, al dar preferencia a un actor estatal sobre los privados incumple con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Al mismo tiempo, habrá un incremento en la contaminación, será imposible que el país cumpla con el Acuerdo de París y seguirá contribuyendo al problema del cambio climático. 

En caso de que esta reforma se apruebe hay una probabilidad muy grande de que México tenga que justificar y defender sus acciones ante otros países en instancias internacionales. El tabasqueño tiene una visión muy corta de lo que es gobernar por lo tanto sigue intentando aplicar políticas anticuadas que solo lograrán el retroceso de varias décadas para el país. La promoción de empresas estatales como PEMEX y lo que pretende con la CFE representan una carga a las finanzas públicas pues resultan ser inoperantes y costosas. El servilismo de la mayoría morenista en el Congreso abre la puerta a la corrupción, esa misma que dicen combatir, y con esta Ley se incrementará la contaminación ambiental, justo en estos momentos en los que la economía de los mexicanos ha sido duramente golpeada por la pandemia. En fin, quieren generación de energía, pero de cuarta.

MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO 
SECRETARIA DE ASUNTOS INTERNACIONALES DEL COMITÉ NACIONAL DEL PARTIDO ACCIÓN NACIONAL.